Buenos días desde Cefalonia!
Tengo un par de anécdotas que contaros. Cuando escribí el
último post estaba sola en el barco con Emilio, mientras Susana, Carmen, Blanca
y Joseba hacían una excursión a tierra con la neumática, hasta ahí todo
perfecto, lo extraño fue que el sol empezó a esconderse y no llegaban.
Las
21.30 y no llegaban, las 22.00 y no llegaban. Hicimos varios intentos de
llamarles por radio, no hubo respuesta. Sobre las 22.15 comenzaron los nervios,
subir, bajar, paseos de proa a popa, vanos intentos de escuchar un motor en la
lejanía… NADA! 22.25 encienden la radio y por fin se comunican con nosotros:
Joseba: Tenéis encendida la luz de fondeo?
Nosotros: si
Joseba: de acuerdo, manteneros a la escucha.
Nos tranquilizamos y pensamos que se les ha echado el tiempo
encima tomando una cervecita en el pueblo y no se han dado cuenta de la hora,
pero ya están de camino y podemos ir haciendo la cena.
Pasan 20 minutos y seguimos sin oír motores y sin rastro
alguno de ellos. Media hora después vuelven a comunicarse con nosotros:
Joseba: Veis un faro de destellos hacia el sur?
Nosotros: no.
Joseba: Vale, manteneros a la escucha.
Ni una sola explicación. Seguimos intentando escuchar un
motor, empezamos a pensar que vienen a remo, que el Almirante debe estar enfadadísimo,
que las tres Marías estarán asustadas, calladas y ateridas de frío y por más
que nos mantenemos a la escucha no nos dicen nada más, así que a las 23.00 les
llamo:
Marta: dónde estáis?
Joseba: eso nos gustaría saber a nosotros
Marta: pero venis a remo o a motor?
Joseba: es afirmativo.
Incertidumbre absoluta, no se escucha ningún motor de fondo
por la radio. Repetimos la pregunta, nos aclaran que vienen a motor pero que
han parado a repostar, que mantengamos dada la luz de fondeo y cuando estén
próximos a nosotros nos indicaran que hagamos intermitencias para cerciorarse
de que somos nosotros.
La mesa ya está puesta, la cena se está quedando fría y por
más que miramos por proa, alumbramos los alrededores y bajamos la música no
escuchamos ni vemos a nadie.
23.15 comunicación por radio:
Joseba: apagar la luz de fondeo.
Apagamos la luz, volvemos a encender y en ese mismo instante
escuchamos un estallido de euforia general. Nos ven! 10 minutos después
aparecen por el lado opuesto al que se habían ido. Blanca besa el suelo cual
Papa en sus mejores tiempos, risas nerviosas, nos abrazan como si vinieran de
la guerra y nadie cuenta nada. Nos sentamos y empezamos a cenar hasta que por
fin papá admite: nos hemos perdido. Típica expedición a tierra sin linterna que
intentan volver de noche pegados a la costa, una pequeña roca les confunde, se
pasan el barco y se dan cuenta cuando están 8 calas más allá.
Después de eso hemos estado en Vathi, en otra cala al sur de
Itaca y hoy nos despertamos en Cefalonia.
Susana se fue ayer, la dejamos en un pequeño muelle de Itaca,
fondeando donde no podíamos y ganándonos una reprimenda del ferry que nos dedico
unos 3 minutos de bocina.