De Itaka a Navarino
Este blog había sido abandonado por……
Hoy el Capi nos ha puesto las cosas imposibles: nada que
hacer, calma chicha, …es decir, hay que
escribir algo o nos quedamos sin cenar.
El pasado viernes, teníamos que embarcar en Zakynthos
(Julen, Maria Jesús y Nieves), pero la noche anterior se había producido un
aterrador percance: estando fondeados saltó un viento que les arrojaba contra
las rocas y decidieron salir por patas. Intentaron arrancar el motor, y éste
falló, volvió a fallar, TERROR, PANICO…. !!! Finalmente arrancó y salieron
disparados a casa (Vliho, Lefkada)
A las 3:20 de la madrugada nos sonó el teléfono
desembarcando del avión en Atenas y nos llegó un sms: Ir a Lefkada y no a
Zakynthos, estamos navegando.
Llegamos a la isla, que ya conocíamos de hace dos años y allí
los encontramos, Pensando que el motor había sido arreglado, partimos rumbo sur y fondeamos en Meganisi.
Después de visitar la isla de Itaka, a la que accedimos con
la música de Lluis Llach de fondo, bajamos hacia el “refugio”, también conocido
como La Cueva Azul de Zakynthos y volvimos a fondear en el mismo lugar del
incidente.
Cuando los intrépidos buceadores vieron las maravillas del
lugar, y dado que el Capi había ya buscado otro sitio más seguro para pasar la
noche, el motor empezó a hacer de las suyas otra vez: que no arranca…otro
intento, nada,… y POR FIN arrancó. Nos alejamos echando virutas… Deben de ser
las Arpías, que por la noche llegan de las Strófadas asustadas por los
horribles pájaros que dicen las habitan.
Rumbo a las Strófadas, picó el anzuelo un atún, el quinto del año,
convirtiendo el barco en una sala de despiece. Las Islas, estupendas, solitarias
y desconocidas, que aparecen en la Iliada, habitadas por seres terribles.
La navegación desde las islas “in the middle of nowhere” fue
larga y pesada y arribamos a la bahía de Navarino sobre las 11 de la noche,
donde nos esperaba una estupenda cena preparada por Amaia y el Capi: el atún
encebollado.
1 comentario:
Qué bien que resurge el blog y puedo saber de vuestras andanzas y vicisitudes. ¿Quién se ha puesto las pilas? ¿Mis colegas mariñelas del Nervión acaso?
Imagino que os habrá llegado el marinero Santxo hecho un brazo de mar después de haber pasado unas semanas peleándose con las olas del cantábrico. Cuidadle bien y no le malees, capi, que no se le tiene que olvidar hacer la proa.
Onda pasa y os seguiré con envidia sana.
Muxu a todo el mundo
Maiko
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