El Alysio…un evento. El Meltemi…un viento.
Parecía que no iba a ser posible, pero finalmente se
cruzaron nuestros destinos y pudimos embarcar en el Alysio. El encuentro
ocurrió el sábado 10 de julio en la marina de Vlichada, al sur de Santorini,
como a las siete de una tarde apacible y tranquila
Como dice la canción, unos que vienen: Sagrario, Sofía,
Laura y Pascual (un servidor), y otros que se van: Ainhoa y Nacho, aunque la
vida ya no siguió igual.
Gracias a la gentileza de Nacho y Ainhoa que habían
alquilado un coche, Amaia y Sagrario pudieron desplazarse a un cercano centro
de Carrefour para
realizar la
“COMPRA ”. Vaya que si compraron, tuvo que venir una
“furgoneta” de Carrefour para acercarnos la compra hasta el pantalán en el que
el Alysio estaba abarloado de tres….y luego….trajinamos con las bolsas por los
barcos.
Esto nos sirvió para entablar “amistad” con los vecinos y
también para aprender a saltar de barco en barco.
Cuando ya estábamos completamente avituallados, entonces
decidimos bajar a tierra a cenar: sardinitas, calamari, pulpito….y luego a la
cama.
Lunes, desayuno frugal y “salto” hasta Skinousa donde
fondeamos en un lugar precioso. Baño de bienvenida con una playa idílica, que
nos permite distinguir ermitaños y lenguaditos de playa. Comida a bordo
gentileza de Amaia y Sagrario que se turnan con éxito en la elección y
confección de los platos. Bajamos a tierra para avituallarnos de algunos
productos de primera necesidad ya agotados: vg. Jack Daniel`s, tónicas para
acompañar al Gin....y alguna otra cosa.
Atardecer en Skinousa |
Hacia las dos de la tarde del martes, el capitán decide
iniciar un nuevo salto hacia el NW. y entonces comienza la emoción. El Meltemi
se va creciendo y llega hasta los 35 nudos, que sumados a una marejada de
fuerza 7, provocan nuestro primer
bautismo de mar... Cuando por fin llegamos a nuestro destino (Entre
Despótico y Antiparos), la tripulación estaba diezmada, fondeamos, y el Meltemi
seguía soplando, y….continuó soplando hasta el viernes que nos permitió dar otro salto hasta Vathi (bahía
profunda) en la isla de Sifnos. Ya al abrigo de los vientos, pudimos disfrutar
de un fondeo precioso. Aprovechamos para bajar a tierra, hacer compras, pasear
y cenar en una taberna al borde de la playa.
Vathi, Sifnos |
A la mañana siguiente, recogemos a Jon, que nos espera
“rezando” alguna que otra letanía a la sombra de la iglesia (mientras hace
recuento del número de autobuses que ha cogido para llegar al Alysio), y se
incorpora a la
tripulación. Viene con muchas ganas de navegar y así nos lo
demuestra en nuestro siguiente salto. Pero antes de zarpar, se convierte en
espectador de lujo en el desafío de la challenger Laura ,
al defender Joseba. Finalmente, Joseba llega el primero a la meta, con medio
cuerpo de ventaja y una estrategia en “entredicho”.
Después de la siguiente etapa, fondeamos junto a la costa de
Kimolos, donde Sagrario nos obsequia con unos estupendos espaguetis. Es nuestra
última noche a bordo y se nos nota que no queremos que se acabe nuestro
periplo.
Llegada a Milos |
A la mañana siguiente, salimos rumbo a Milos, donde
atracamos en su precioso puerto. Organizamos la intendencia: agua, gas-oil,
maletas, y......zafarrancho de limpieza. Entre todos dejamos el Alysio
niquelado, y a modo de recompensa, nuestra última comida en una taberna.
Y llegó el momento de la despedida. Increíble lo rápida que
ha pasado la semana. No
queríamos movilizarnos, como si el Egeo nos hubiera atrapado.
Lo que si que nos atrapó fue la magia del Alysio, encarnada
por Joseba y Amaia. Geniales. Gracias. Volveremos, y quién sabe….quizás por
otros mares.
Pascual G. ( and family).
P.D. La próxima vez iremos en “verano”, que es cuando se
pescan atunes y se avistan delfines.
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