miércoles, 20 de julio de 2011

CORINTO – R - 5 MINUTOS






No, no y no, el nombre de este comentario no obedece al título de ninguna película de espías, ladrones o de James Bond. Solo es un adelanto de los acontecidos del Alysio y su nueva tripulación desde el pasado 9 de Julio.

Llegados a Atenas dos días después de San Fermín, nos vimos sorprendidos con que todas las cabalas que habíamos hecho respecto al alquiler de un coche para alcanzar allá donde estuviera, nuestra flotante casa durante la siguiente semana, y la opción de haber viajado en un avión con una hora de arrivada a Grecia más que tempranera para aprovechar el día, no nos iban a servir de nada. El Alysio estaba esperando a sus nuevos moradores en la Marina Zea en Pasaliman, pleno centro del Pireo, a tan sólo una hora en autobús desde el aeropuerto. Todo un lujazo.

Rápidamente aprendemos, que no es oro todo lo que reluce. A pesar de haber llegado casi antes de que amaneciera, no soltaremos amarras hasta el día siguiente. Como galeotes y gente servil que somos, se nos impone un fregoteado del barco para su adecentamiento. Después de llevar a cabo el avituallamiento y de una tarde tremendamente calurosa, que a tenor del capitán tan sólo es una sensación meramente subjetiva de la plebe, el nuevo contingente se adecenta en las instalaciones de la marina y agradeciendo el frescor de la noche que ya caía sobre el muelle, partimos en pos de un restaurante en el que disfrutar de los manjares y productos varios que ofrece el país. Se logran todos los objetivos sin mayores inconvenientes.

Domingo 10 de Julio, el que suscribe se despierta literalmente con el grato aroma de un café recién hecho que inunda la nao. Para entonces Santxo ya es historia, tristemente ha regresado a tierras más conocidas por él y nos deja desde el punto de vista varonil, en franca minoría numérica, que no moral, ante un nutrido grupo de féminas.

Partimos hacía el Canal de Corinto en torno a casi el mediodía. Lo que confirma que el particular horario naviero del Alysio sigue manteniéndose como antaño. Tenemos suerte y nos consideramos unos privilegiados ya que podemos ir a vela desde el primer día. La travesía lleva su tiempo y mientras tanto el comandante instaura lo que es el sueño de “cinco minutos”. Los clava, en el tiempo exacto que vaticinó sube a cubierta, sin embargo nadie dice nada de los más de tres cuartos de hora que duraron esos cinco minutos. Unánimemente se ha instaurado en el Alysio “los 5 minutos”, una nueva medida del tiempo, que profusamente se repetirá en días posteriores y que confirma la famosa teoría de la Relatividad de Einstein.

Ya cercanos a las 17 horas, llegamos a la entrada del Canal de Corinto (1882-1893), que yendo desde el Este apenas es perceptible hasta que no estás encima del mismo. Bajamos a tierra la mitad de la tripulación para abonar el consiguiente peaje antes de iniciar la travesía del Canal y ya en la oficina, nos encontramos con la actualizada versión del Dr Jekyll y Mr. Hyde. El amable funcionario del lugar que nos atendía, se transformaba instantáneamente con cada llamada telefónica que recibía, gritando en griego como un energúmeno de dimensiones similares a las del Canal que queríamos atravesar. Solo Dios sabe con quien estaba hablando, pero no hace falta decir que huimos del lugar fugazmente. Subimos al barco y 10 minutos después nos dan la orden de zarpar. Iniciamos el trayecto a una velocidad que a nuestro entender era la correcta ya que “semos guiris” y queremos disfrutar de lo que vemos, algo que no alcanzaba o no quería comprender el remolcador que finalizaba el convoy que se había formado y que cual elefante en una cacharrería nos alentaba en todo momento a que aceleráramos hasta que alcanzamos una velocidad que al parecer le convenía y era de su gusto. El sitio es espectacular y como es obvio, fotos p’aca p’alla y ponte así y ponte asao.

A la salida del Canal viramos hacía el Norte y fondeamos en una isla llamada Alkionidhes junto a otros tres barcos.

Ah, si. Perdón se me olvidaba la R – obedece al nuevo mantra del Alysio que aunque limitado en principio a: Reducir, Reutilizar, Reciclar se va ampliando a medida que se van añadiendo nuevos términos, todos acuñados bajo la inicial de la R. según las necesidades del momento.

Lunes 11 Julio. Pasados varios intervalos de 5 minutos desde ayer y dentro del horario del Alysio, partimos y recorremos el Canal hacía el Oeste, a vela de tela en ocasiones y a vela de hierro en otras, hasta alcanzar la isla de Trizonia (que fonéticamente nos hace pensar en la espada del Cid). Pequeña isla con los atraques de su puerto llenos y en los que suponemos que la gratuidad de los mismos es elemento convincente e influyente para tanto barco en sitio tan reducido. Fondeamos en la cala contigua al puerto y visitamos el pequeño pueblo. Tranquilo y muy, muy agradable. El pollo que nos preparó nuestra excelsa cocinera Amaia para la cena, nos hizo recuperar fuerzas y nos reconfortó claramente ante la fresca brisa de la noche bajo una cada vez más clara luz de Luna.

Thierry

1 comentario:

juanito dijo...

Hola Thierry
Me alegro mucho k x fin, el capitan pueda descansar 5 minutos.
Sigue cuidándole.
Ha ! y bañaros x mi y un vermouth y aceitunas k estais en Grecia.
Salu2 Juanito

Alysio 2014