domingo, 23 de septiembre de 2012

UN ANTES Y UN DESPUÉS






Hoy es mi última noche que pasaré en el Alysio, tras dos semanas formando parte de cada rincón, con su agradable  tripulación.
            Comienzo a notar ya cierta nostalgia, y aún no desembarqué. Creo que le echaré de menos más de lo que imaginé.
            Recuerdo el primer día que lo ví. Atracado en una pequeña cala llamada Skala Loutra, a unos pocos kilómetros de Mitilene, la capital de Lesbos.      Ahí estaba, en calma, descansando tras una travesía más. Todo un conjunto de estructuras y cabos, dándole un cuerpo fuerte y rígido. Me impresionó desde el primer instante que le ví. Todo tipo de complementos vestían su envergadura. Mi emoción por estar sobre él, despistó mi atención de todo aquello que me rodeaba.
            Sentí excitación y  mi atracción por él comenzó a emerger. Me fue imposible expresar todo aquello que me hizo sentir. Callada, absorta por su grandeza. Sentía respeto, mucho respeto, que a la vez se acompañaba de un sentimiento de miedo. Mi cuerpo estaba paralizado, torpe incluso al movimiento.
            Imaginé numerosas historias y aventuras. Mi nivel de adrenalina fue en aumento cada día. No sabía qué hacer para acercarme y poder formar parte de todo él.
            Día a día y muy poco a poco, esa energía se fue transformando en una agradable y ansiada calma.


            Ya me siento parte de ti. Siento paz y tranquilidad dentro de mí. Contenta y feliz de haberte podido disfrutar. Me has permitido ver partes donde nunca hubiese podido llegar. Infinitos y amplios horizontes, islas más o menos coloridas, rocosas o no, pero si siempre cubiertas por algún manto verde.
Notaba tus ansias de continuar, de encontrar el viento que nos permitiera seguir sin fin. Tus grandes y firmes alas buscaban el mejor rumbo a coger. En ocasiones la lucha, no siempre continua con el viento, nos hacía desistir en nuestra conquista del tiempo, del mar, de la vida…no te rendías, y eso me gustaba.
Disfruté con esa placentera pérdida de la noción del tiempo, con cada firmamento al final del día…

            Podría seguir contando las miles sensaciones que me has hecho sentir, pero aquí quedarán pendientes de escribir.
Ha sido un viaje inolvidable, me voy fascinada y con ganas de volverte a ver.

Paula                                                         
                                                                              

1 comentario:

El presente es lo que hay dijo...

Hola a todos, Paula, qué bonito mensaje y que manera tan poética de describir lo que muchos sentimos por vez primera (y casi cada vez) que nos embarcamos en el Alysio. Un beso muy fuerte para la tripulación que todavía estáis y tenéis que "amarrar" en dique seco al velero sin igual.

Alysio 2014