Hoy
es mi última noche que pasaré en el Alysio, tras dos semanas formando parte de
cada rincón, con su agradable
tripulación.
Comienzo a notar ya cierta nostalgia, y aún no
desembarqué. Creo que le echaré de menos más de lo que imaginé.
Recuerdo el primer día que lo ví. Atracado en una pequeña
cala llamada Skala Loutra, a unos pocos kilómetros de Mitilene, la capital de
Lesbos. Ahí estaba, en calma,
descansando tras una travesía más. Todo un conjunto de estructuras y cabos,
dándole un cuerpo fuerte y rígido. Me impresionó desde el primer instante que
le ví. Todo tipo de complementos vestían su envergadura. Mi emoción por estar
sobre él, despistó mi atención de todo aquello que me rodeaba.
Sentí excitación y
mi atracción por él comenzó a emerger. Me fue imposible expresar todo
aquello que me hizo sentir. Callada, absorta por su grandeza. Sentía respeto,
mucho respeto, que a la vez se acompañaba de un sentimiento de miedo. Mi cuerpo
estaba paralizado, torpe incluso al movimiento.
Imaginé numerosas historias y aventuras. Mi nivel de
adrenalina fue en aumento cada día. No sabía qué hacer para acercarme y poder
formar parte de todo él.
Día a día y muy poco a poco, esa energía se fue
transformando en una agradable y ansiada calma.
Ya me siento parte de ti. Siento paz y tranquilidad
dentro de mí. Contenta y feliz de haberte podido disfrutar. Me has permitido
ver partes donde nunca hubiese podido llegar. Infinitos y amplios horizontes,
islas más o menos coloridas, rocosas o no, pero si siempre cubiertas por algún
manto verde.
Notaba
tus ansias de continuar, de encontrar el viento que nos permitiera seguir sin
fin. Tus grandes y firmes alas buscaban el mejor rumbo a coger. En ocasiones la
lucha, no siempre continua con el viento, nos hacía desistir en nuestra
conquista del tiempo, del mar, de la vida…no te rendías, y eso me gustaba.
Disfruté
con esa placentera pérdida de la noción del tiempo, con cada firmamento al
final del día…
Podría seguir contando las miles sensaciones que me has
hecho sentir, pero aquí quedarán pendientes de escribir.
Ha
sido un viaje inolvidable, me voy fascinada y con ganas de volverte a ver.
Paula
1 comentario:
Hola a todos, Paula, qué bonito mensaje y que manera tan poética de describir lo que muchos sentimos por vez primera (y casi cada vez) que nos embarcamos en el Alysio. Un beso muy fuerte para la tripulación que todavía estáis y tenéis que "amarrar" en dique seco al velero sin igual.
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