Seguimos en Corfú. El lunes a la tarde despues de bañarnos y comer en una cala, atracamos en la marina, y desde entonces aqui estamos. Hace mucho calor. Espero que en breve salgamos a ver la isla y a fondear en alguna playa.
En Corfu se han bajado Begoña, Carmen, Emilio, Ana y Javi y han llegado Juan Carlos y Pepa.
Hemos alquilado un par de coches y hemos visitado la isla. Muy bonita, pero no tiene un centimetro plano, todo es subir y bajar y curva y contracurva. Y está llena de arboles sobre todo olivos de los que dicen que los venecianos plantaron tres millones y medio, y cipreses, cipreses en cantidad, no como nosotros que tenemos pocos y en los cementerios.
Las carreteras son muy estrechas y hemos tenido que recorrer algunos pueblos marcha atras porque no habia forma de cruzarnos con los autobuses o de encontar un hueco para dejarlos pasar.
Luego hemos comido en una tabernita, la isla esta llena de tabernas, llamada Elisabeth como su dueña que alli estaba con sus 82 años. El camarero que nos ha atendido, el novio de la nieta, tenia pintar de acabar haciendose el amo de aquello. Como veran hemos entablado relación con toda la familia, aunque el camarero ha terminado pareciendonos pesado.
Hemos visitado un tres monasterios, el primero Paleokastritsa lleno de turistas, otro en la punta de un monte y último en una isla en la capital. Muy sencillos y tranquilos. El tamaño recuerda al de nuestras iglesias romanicas mas primitivas. Tienen algunos iconos, un coro para sentarse y las peredes en cal. El monasterio que estaba en la punta del monte tenia un pope alto, joven y con buena facha que vino a recibirno. La parte mala es que al estar en el punto mas alto de la isla lo han rodeado de antenas de forma indiscriminada, incluso hay una enorme pegando al monasterio.
Bueno les dejo. Voy a ver si nos vamos.
jueves, 11 de junio de 2009
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