domingo, 21 de junio de 2009
Dubrovnik. Unos que vienen otros que se van
Hemos llegado a Dubrovnik. Derechos hemos ido a la aduana para registrarnos en el pais y nos hemos ganado un broncazo por no llamar por radio, esperar nuestro turno y dejar dos tripulantes en tierra, tripulantes que hemos tenido que volver a recoger a la carrera y despues esperar a que nos avisaran.
Hemos pasado los trámites, pagados 250€, que es la tasa que cobran por navegar un año por las aguas del país, y ya estamos en Croacia. A continuación hemos ido a la marina. Los atraques un horror. Gracias a los dioses no hacia viento y hemos podido amarrarnos, entrando de popa y con muy poquito sitio. Nuestro comandante iba blanco y toda la tripulación dispuesta en cubierta para que sus graciles cuerpos actuaran como defensas del barco.
A la tarde vamos a la capital a recoger al comandante Thierry y al grumete Carlos. El comandante Thierry ha llegado con un catalogo de las condiciones del paquete que ha contratado con Josebatours, y muy exigente respecto a lo allí recogido.
Al día siguiente cambio de tripulación. Nos vamos los contingentes (Juan Carlos, Pepa, Blanca y yo) y se quedan los necesarios (Amaia, Joseba y Juanjo).
Llegan Paco y Ana con dos grumetes, Carlota y Olivia, que junto a Carlos se dedican a probar las condiciones de la piscina, A diferencia de los atraques, la piscina y los servicios de la marina son estupendos.
A la noche vamos todos a cenar a Dubrovnik. Cuando estamos tranquilamente en una terracita y han empezado a servirnos la cena, revienta la tormenta que llevaba amenazando desde hacia rato. Llueve a mares. En la calle, el agua puede alcanzar los 10 centimetros, asi que nos quitamos los zapatos, y entramos al restaurante. Y desde allí vemos una tromba de agua que el sistema de alcantarillado no es capaz de absorber. Cuando escampa un poco salimos corriendo.
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