En la marina ACI no se duerme mal, es tranquila y no hace mucho calor. Pero, en cuanto que el sol se mete a plomo por la escotilla de nuestro camarote (como a las 7 o cosa así), imposible seguir en el “sobe”. Arriba. Eso de madrugar tanto en vacaciones no está nada claro. Me lo prohíbe mi religión y mis principios. La cruda realidad siempre se impone: con tanta luz yo no consigo seguir en brazos de Morfeo. Manda huevos!!!
Eco de sociedad:
Ayer se unió un buque amigo para andar por estos mares haciendo pandilla. Se trata de un velero alquilado para un par de semanas por Pere y Vicent y sus chicas. Para detalles técnicos sobre la nave alquilada, consultar con un entendido.
Yo os hablaré de su tribulación.: Pere y Vicent Pineda, hermanos y capitanes al alimón, Vicenta y Albertina sus mujeres (no estoy segura si respectivamente) y dos amigas de éstas, Carmen y Tere. Los hermanos Pineda son, según nos cuentan, 2 avezados marinos con muchas millas sobre sus espaldas. Al parecer este año han convencido a sus encantadoras esposas para que les acompañen en su periplo adriático (algo que no ha sido nada fácil y que ha requerido grandes dotes de persuasión)
Fuentes bien informadas nos han proporcionado una copia del plan de viaje. A saber: ellos 2 y sólo ellos 2, compran, cocinan, friegan, recogen, llevan el barco, limpian, preparan los aperitivos y los canapés, organizan el show nocturno, tocando la armónica y la pandereta… Bueno, tal vez exagere un poco (lo del show nocturno no está contrastado)
Algunas pasajeras del Alisio nos estamos planteando el cambiarnos, pero ahora justo hay overbooking. Tal vez el año que viene.
Fin del eco de sociedad
Democráticamente se decide que el primer destino de la flota va a ser Trogir. Joseba insiste que es un escenario de cartón piedra sin interés etc, etc… pero pasamos de él.
Después de reponer de ricas viandas nuestros navíos (por cierto, el mercado de verdura de Split está muy bien y tiene un montón de paradas de frutas y verduras) partimos rumbo al norte (creo)
A eso de la hora de comer (hambre ya empieza a hacer) el alto mando tiene a bien recompensarnos con un fondeo para el baño refrescante. Chof, qué rica! Y nada más nos subimos y en cuanto que apenas nos secamos, ya está la comida lista. A esto le llamo yo organización. Se nota la experta mano de Amaya. Tal vez la capitanía del Alisio no esté a la altura de la del Luna, nuestro hermano marinero (cuyo sobrenombre es Les Reines de l’Adriatic) pero se come de narices. Y cuando toca.
Partimos y nos dirigimos a Trogir, no sé dar detalles de rumbo ni distancia. Pa’eso soy negada.
La entrada de la bahía de Trogir tiene un astillero cochambroso más feo que pegarle un padre. El pueblito es mono. Mono de feria o de circo, quiero decir. A pesar de que Joseba nos lo había advertido (esto negaré haberlo dicho) puedo decir ahora que su posible encanto queda totalmente eliminado por las hordas de turistas comiendo helados que no hacen más que dar vueltas sobre un eje imaginario. Un agobio. Un coñazo.
Aún así, fondeamos en la bocana para hacer noche. Otra ya no nos cabe. Mañana nos dirigiremos al parque natural de las islas Pataki, o algo así, y no va del todo mal.
Cenita a bordo, copa, charla distendida y sobe. La noche es joven (y estrellada) Pero nosotros, no.
Que yo sepa, el capitán tampoco se ha duchado (ni lavado) hoy. Pobre Begoña.
La pregunta que lancé ayer al ciberespacio debe haber salido de la vía Láctea porque no he recibido ni asomo de respuesta. Hoy además, lanzo una nueva propuesta: ¿Para cuando la creación de un grupo de presión que obligue al almirante a lavarse el alerón? Se admiten todo tipo de sugerencias.
Eco de sociedad:
Ayer se unió un buque amigo para andar por estos mares haciendo pandilla. Se trata de un velero alquilado para un par de semanas por Pere y Vicent y sus chicas. Para detalles técnicos sobre la nave alquilada, consultar con un entendido.
Yo os hablaré de su tribulación.: Pere y Vicent Pineda, hermanos y capitanes al alimón, Vicenta y Albertina sus mujeres (no estoy segura si respectivamente) y dos amigas de éstas, Carmen y Tere. Los hermanos Pineda son, según nos cuentan, 2 avezados marinos con muchas millas sobre sus espaldas. Al parecer este año han convencido a sus encantadoras esposas para que les acompañen en su periplo adriático (algo que no ha sido nada fácil y que ha requerido grandes dotes de persuasión)
Fuentes bien informadas nos han proporcionado una copia del plan de viaje. A saber: ellos 2 y sólo ellos 2, compran, cocinan, friegan, recogen, llevan el barco, limpian, preparan los aperitivos y los canapés, organizan el show nocturno, tocando la armónica y la pandereta… Bueno, tal vez exagere un poco (lo del show nocturno no está contrastado)
Algunas pasajeras del Alisio nos estamos planteando el cambiarnos, pero ahora justo hay overbooking. Tal vez el año que viene.
Fin del eco de sociedad
Democráticamente se decide que el primer destino de la flota va a ser Trogir. Joseba insiste que es un escenario de cartón piedra sin interés etc, etc… pero pasamos de él.
Después de reponer de ricas viandas nuestros navíos (por cierto, el mercado de verdura de Split está muy bien y tiene un montón de paradas de frutas y verduras) partimos rumbo al norte (creo)
A eso de la hora de comer (hambre ya empieza a hacer) el alto mando tiene a bien recompensarnos con un fondeo para el baño refrescante. Chof, qué rica! Y nada más nos subimos y en cuanto que apenas nos secamos, ya está la comida lista. A esto le llamo yo organización. Se nota la experta mano de Amaya. Tal vez la capitanía del Alisio no esté a la altura de la del Luna, nuestro hermano marinero (cuyo sobrenombre es Les Reines de l’Adriatic) pero se come de narices. Y cuando toca.
Partimos y nos dirigimos a Trogir, no sé dar detalles de rumbo ni distancia. Pa’eso soy negada.
La entrada de la bahía de Trogir tiene un astillero cochambroso más feo que pegarle un padre. El pueblito es mono. Mono de feria o de circo, quiero decir. A pesar de que Joseba nos lo había advertido (esto negaré haberlo dicho) puedo decir ahora que su posible encanto queda totalmente eliminado por las hordas de turistas comiendo helados que no hacen más que dar vueltas sobre un eje imaginario. Un agobio. Un coñazo.
Aún así, fondeamos en la bocana para hacer noche. Otra ya no nos cabe. Mañana nos dirigiremos al parque natural de las islas Pataki, o algo así, y no va del todo mal.
Cenita a bordo, copa, charla distendida y sobe. La noche es joven (y estrellada) Pero nosotros, no.
Que yo sepa, el capitán tampoco se ha duchado (ni lavado) hoy. Pobre Begoña.
La pregunta que lancé ayer al ciberespacio debe haber salido de la vía Láctea porque no he recibido ni asomo de respuesta. Hoy además, lanzo una nueva propuesta: ¿Para cuando la creación de un grupo de presión que obligue al almirante a lavarse el alerón? Se admiten todo tipo de sugerencias.
Marga
1 comentario:
de: ciberespacio
para: tripulación del Alysio
asunto: aclaracion sobre ducha de almirante
ya hubo un intento de motin democratico en el barco durante la travesia de Duvrovnik a Zadar, pero fue inutil. Pese a hacer campaña todos los dias con distintos esloganes, "El Marqués presidente si quieres ducha caliente", o "vota Garcia y se acaba la cena fria", todo fue inutil. De modo que veo dificil cambiar los habitos antidemocraticos del almirante, que a la mínima amenaza con solgarte de los pulgares. Para mas detalles preguntad a la armadora.
Enhorabuena por el relato....
Paco Garcipaez
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