Lampedusa, junto con Linosa y Lampione, forman el archipiélago de las Pelágicas. Hay tortugas, tiburones y cetáceos que emigran durante la primavera.
Lo que en principio iba a ser una breve visita por las tres islas, se convirtió en una estancia de cuatro días sólo en Lampedusa. El primer día dimos una vuelta a la isla, sin que el oleaje nos permitiera entrar en ninguna de las pocas calas. A partir de ahí el tiempo empeoró y nuestra preocupación se centraba en la meteo.
Lampedusa es un activo puerto pesquero y turístico con cantidad de centros de buceo y alquiler de embarcaciones para ver la isla y sus calas.
El atraque para barcos deportivos es un muelle sin servicios (agua, electricidad) y poco protegido del S y SW.
Hay una gran presencia policial debido a su proximidad con Africa, siendo frontera sur de Europa.
Para sorpresa nuestra, junto a dos embarcaciones de la Guardia de Finanzas italiana estaba presente una patrullera de la Guardia Civil, que efectuaban labores de vigilancia junto a un helicóptero, en combinación con los italianos. Acudieron a saludarnos y nos invitaron a vino y jamón a bordo de la patrullera. En sucesivos días nos visitó una de las tripulaciones del helicóptero e intercambiamos información meteo, asistencia sanitaria y regalos varios. Nosotros les invitamos a nuestra exquisita mojama.
Atracó junto a nosotros un matrimonio francés que vino de Malta con tiempo duro y sufrió en las dos últimas noches el fuerte oleaje que le rompió la gatera y la regala.
Por fin, después de analizar todos los días la meteo, el viernes vimos una oportunidad de saltar a Malta. Después de navegar la tarde y la noche a vela y motor y con bastante mar, llegamos a La Valletta hacia las 08:00 h., no sin antes haber pescado una melva y una barracuda. Esa misma noche, tras zafarrancho de limpieza, recibimos a la nueva tripulación: Ana, Begoña, Blanca y María y degustamos el pescado.
