miércoles, 31 de agosto de 2011

La inmobiliaria del Alysio






Desde que cambiamos de tripulación el sábado y nos incorporamos Mailaen y servidor el Alysio ha estado realizando gestiones para invertir de manera adecuada los pingües beneficios que van a reportar a la armadora los ingentes extras con los que vamos a ser bendecidos allá por octubre (a saber: delfines, cala cuca, cena de lujo de Amaia, …)

Salimos de Porto Heli y ya divisamos en la bocana unas propiedades inmobiliarias que podrían estar a la altura de las expectativas. Recorrimos el Peloponeso en dirección NW (con el viento soplando en dirección NW) en dirección a Navplion, precioso pueblo, antigua capital de Grecia con una fortaleza que lamentablemente está fuera de nuestro alcance presupuestario. Paramos en una calita estupenda, con playa, sin urbanizar en absoluto y con muchas posibilidades de hacer grandes negocios conociendo a la gente adecuada. Salimos de la cala, parece que hay un viento estupendo, 10 nudos del NW, “saca el foque que vamos a ir en una empopada genial” y de repente encalmada y el infierno: en menos de 10 segundos salta un viento de 25 nudos del SE (obviamente en la dirección hacia la que íbamos) que monta un pequeño temporal de olas en un momento.

Dormimos en una cala cerca del puerto de Nikólaos a la que llegamos con el horario habitual (ya de noche porque durante el día nuestras innumerables obligaciones no nos han permitido llegar antes) y ¡oh sorpresa!: por la mañana nos encontramos rodeados de varias propiedades que creemos harán las delicias de la armadora (ver fotos adjuntas).

El martes nos dirigimos a las propiedades a las que habíamos echado el ojo en Porto Heli (SE con viento del SE, claro) y nos acercamos a una pequeña cala al sur en la que parecía haber soluciones habitacionales adecuadas a nuestro caché. Cuando más enfrascados estábamos en la selección de los inmuebles, vemos a un buceador intentando acercarse a un barco desde el que nos hacen señas pidiendo socorro a gritos. El comandante se acerca al objetivo con viento racheado del SE, Carlos y Pili lanzan cabo por el través de estribor, Maialen coge el salvavidas, servidora baja la escala de popa, se acerca el buceador, le subo, “are you OK?” pregunto con mi mejor acento inglés. “Sí, sí, si soy de Gerona” me dice. Es que hay mucha corriente y me había cansado de nadar.

Después de tan notable evento, cruzamos al lado oeste de este “dedo” del Peloponeso, por fin a vela, en dirección a Kiparíssi. Fondeamos en uno de los lugares más alucinantes que hemos visto, en una pequeña ermita, rodeados de montañas de 1.000 m de altura, con un pueblecito azul y blanco al fondo, con un agua cristalina y por la mañana nos damos un baño de los que se recuerdan para siempre. Llegamos a la evidencia de que la mejor propiedad inmobiliaria es una mobiliaria: el Aysio.

Juan

El Amperio contraataca



Martes 30 Agosto

En los últimos días hemos vivido una nueva epopeya en la que nuevamente, guiados por la sabiduría de nuestro guía y líder Joseba hemos salido victoriosos.

Los amperios del alternador se rebelaron contra la oficialidad y la chusma del Alysio negándose a salir del alternador, como es su obligación y quedarse en la batería.

Tras innumerables intentos de negociación con el alternador y el regulador, las partes parecían haber alcanzado un acuerdo el domingo por la mañana; sin embargo, el lunes se volvieron a torcer las cosas.

Ante esta situación, nuestro el comandante tomó una valiente decisión: “desconectemos el regulador para que el alternador vea que vamos en serio”. Desde ese momento el alternador entendió quién mandaba a bordo y a partir de ese momento los amperios fluyen con asombrosa continuidad con lo que conseguimos uno de los más importantes objetivos del Alysio: beber cervezas frías.

En paralelo hemos tenido conatos de revueltas menores por parte de la sonda, de la corredera, del WC, el ordenador de navegación, el de internet y un largo etcétera que gracias al buen hacer de Carlos, al apoyo incondicional del Pili y a la guía de nuestro líder han podido ser sofocadas satisfactoriamente.

Juan

viernes, 26 de agosto de 2011

Al compás de Eolo





Así podría resumirse esta extraña semana que toca a su fin. Role para aquí, allá que nos vamos, role para allá, sin cenar el pollo al curry, allá que nos vamos con la cazuela a otra plaza con nocturnidad y total desconocimiento del lugar que habría de ampararnos. Por la mañana comprobaríamos que era más bonito de lo que parecía.

Improvisación tras improvisación hemos deambulado por el golfo Sarónico y algunas de sus islas.

Ayer probamos suerte con el SW de Hidra. Dicen que Hidra es una isla de turismo bien, poco poblada y cuya capital mantiene la arquitectura de sus edificios estilo finales del XIX. Por sus calles está prohibido el tráfico rodado y los desplazamientos se hacen en burro, así, como suena. No pudimos comprobarlo porque una vez más nuestro caprichoso dios del viento no nos ofrecía buena cara para recalar en el abarrotado puerto de la isla. Pero, oh pero, nuestras exploraciones iban a tener un merecido premio. Nos acercamos al SW de Hidra a través de un paso entre la isla y una piedra, a vela, dando un poco de emoción al paseo. Es que el capi nos veía un poco amuermados y quiso darnos marchita.

Encontramos un fondeadero pequeño, entre rocas, con una playa al fondo, precioso. A la playa, llegan barcos que van trayendo y llevando guiris, todo muy comedido y poco ruidoso.

Fondeo y cabos a tierra metiditos entre las rocas. “Por fin tendremos una noche tranquila” Aquello prometía, vaya que sí. La playa quedó desierta, el mar bañaba tu piel (oh Alysio) no cantamos con la guitarra pero chupito en ristre, dimos un repaso a fondo del cosmos y aledaños, no se nos escapó ni una estrella. Todos a dormir, algunos intentaron la romántica aventura de dormir en cubierta, el resto bajo ella (los abuelitos no estamos para dejar nuestros huesos al raso) Después del primer sueño, empieza la cantinela habitual: clin, clin, clin… Fuiiiiiii, fuuuuuuiiiiii, fuuuiiiiiii, crack, clonk, cotoclonk y todo así. Ningún capitán es capaz de escuchar toda esta serenata sin saltar de la litera como si le llevaran los demonios y la tripulación, oficialidad en primer lugar, poco después se encontraba en cubierta dispuesta a cumplir el más importante axioma de la marinería “Todo por el barco” Capi dice: “Hay que poner otro cabo amarrado a las rocas porque este se puede romper” Neumática, linternas, cabos… maniobra ejecutada sin mayores problemas. Creemos ver Orion que indica el fin del verano (snif) aunque Juanjo que con tanto trajín se ha desvelado, lo ha visto más tarde, el auténtico con toda su constelación justo debajo de las Pléyades.

Esta mañana en esta encantadora cala, nos hemos bañado, buceado y disfrutado del que para algunas/os es el último día que pasé contigo, oh Alisio, por este verano.

Desde Puerto Kheli y a punto de hacer la maleta, besos para quienes seguís estas crónicas. Ha sido un placer volver a encontrar al Alysio, su capi, sus tripulaciones y el mare nostrum.

Maiko

Experiencias de una neófita





25 Agosto 2011

Es mi primera experiencia en un velero - la verdad sea dicha en cualquier medio acuático incluyendo el flotador, que supere más de dos horas- afortunadamente…caí en el Alisio.

Desde Corinto atracamos en Atenas, la idea era ir hacia el Norte “Las Espóradas” y llegamos a Cabo Sunion dónde pasamos una noche algo agitada. A la mañana siguiente rumbo Norte. Los elementos naturales así como algunos técnicos de los que oía hablar desde que llegué, vease:“Mari sondi y el Sr Alternador” (que para mi tenían un affaire) se aliaban y no respondían a las expectativas de ruta.

Aprendí una lección, aquí no hay nada seguro y manda la mar y el Capi con su Pilot water y no siempre por este orden.

No obstante, comprobé que a bordo hay cosas que no cambian y son como un ritual en el día a día: El aperitivo, los micro sueños (que al final se convirtieron en macro siestas) y el Gin Tonic

Partimos rumbo Sur, Islas Sarónicas entre fuertes vientos, que no se si por mi ignorancia como neófita o por la tranquilidad que me transmitía la sobrada experiencia de la tripulación, yo consideraba como algo mareante pero al fin y al cabo normal.

Y hablando de otros cabos, mi intento de participación en las maniobras a pesar de querer colaborar, dejaba bastante que desear y en los momentos clave, pensaba yo que era mejor al menos no ser un lastre. Tampoco ayudaba mi desconocimiento de la terminología marítima que unido a mi memoria “teflón” - incapaz de retener los términos más básicos- “todo me trasluchaba”

Pero a Maiko no fue la memoria lo que le reclamó Poseidón, sino la cuchara de servicio por no brindar por los numerosos Dioses.

Llegamos a Poros, Russian bay dónde fondeamos con cabo a tierra para dar tregua a nuestro balanceo que se había convertido en una constante, creo que para todos.. Buena noche. A la mañana siguiente nos acercamos a la capital a aprovisionarnos de Ginebra (algo vital), breve visita y consabido café frappé para los veteranos. Luego dirección Dhokos, siempre en compañía de Eolo, fondeamos al atardecer con intención de dormir allí, pero justo cuando estábamos dispuestos a poner la mesa para cenar, en noche cerrada y siempre con viento, el Capi decidió partir en busca de un fondeadero más tranquilo, la experiencia no se discute y además es un grado.

¡En fin toda una experiencia! de la que tan solo me queda un día- ahora que ya me iba haciendo a la mar- y que agradezco a toda la tripulación, esperando tenga ocasión de volver a repetir.

Marta

lunes, 22 de agosto de 2011

Atrapados por Eolo





Desde nuestra llegada al Egeo a través del Canal, el viento no nos ha faltado. Nos permitió llegar a Atenas con relativa comodidad, viento moderado con rachas fuertes entre el través y descuartelar, Eolo ya mostraba sus intenciones futuras.

El Alysio llegó a Atenas cual patera: tripulación entrante y saliente además del primero y segunda de a bordo habituales. Teniendo en cuenta la intensidad del viento, el capi se temía un atraque de esos que dan espectáculo, pero no, la tripulación siempre tan esforzada y atenta (ejem, ejem…) se coordinó a las mil maravillas y ejecutó las órdenes con destreza marinera. Se resisten un poco los “ballestrinques”, hay quien tiene dificultades en pasar la ISO en las tareas de limpieza, a veces los cabos (de tierra) se mueven allá donde el/la timonela de turno no desean… nimiedades. Del Alysio las tripulaciones noveles desembarcan convertidas en “brazos de mar”, en sus casas se asomarán a la ventana para olfatear el viento, cuidarán de no tirar nada hacia barlovento y cualquier cosilla que hayan de atar, lo harán practicando los dichosos nudos que tanto costó aprender.

Resumiendo, unos que llegan, otros que se van y algunos que se quedan, limpieza, supercompra (se nos olvidó la ginebra…qué tragedia) y cenorrio en tierra.

El domingo, partimos de Atenas con intención de llegar hasta una bahía que se sitúa antes del Cabo Sounion. Este cabo es conocido por hallarse en su cima el templo a Poseidón, muy popular por un anuncio de yogour que daban en la tele, la grandeza de Poseidón degradada por la multinacional de turno… Viento del NE muy racheado y fuerte, con dos “pañuelicos” hacíamos 7 nudos. Con la bahía en cuestión por la banda de babor, el capi propuso seguir un poco más, remontar el referido cabo y buscar abrigo en alguno de los puertos que se sitúan más al norte. Pero, oh pero… Eolo quería mostrarnos su poderío, el viento llegaba a 40 nudos, rociones para todos, el capi dijo que aquello era temporal, suerte que venía de tierra y la fuerza de la mar no alcanzaba las cotas que corresponden a tal viento.

Amaia: “¡Allííí veo una bahía con muchos velerooos!” Nuestra salvación, fondeamos con 75 metros de cadena por la proa que nos aguanta a las mil maravillas. Al fondeadero van llegando más y más barcos. La noche se antoja movidita pero tenemos la suerte de disfrutar de una visión inmejorable del templo, de saborear unos suculentos spaghetti del inagotable recetario de “intendentzia”, contemplar un cielo repleto de estrellas donde la vía láctea se observa nítidamente y para completar el cuadro, el templo iluminado, ¿qué más se puede pedir? Que el capi no pretenda incluir todo esto como “extra”.

Y aquí seguimos, el viento sigue soplando todo el día, rugiendo más bien y escoltados por Poseidón, esperamos a que mañana amaine un poco y podamos seguir nuestra ruta hacia Evia no sin antes pasar ante Maratón.

¡Cuánta historia!

Maiko

domingo, 21 de agosto de 2011

El Alisio desde el Aldebaran





Las tripulaciones de los barcos, cuando navegamos en conserva, siempre nos preguntamos... ¿ como se nos ve desde nuestro compañero de flotilla ? bueno, pues desde el angulo del Aldebaran, ahí van dos fotos del Alisio ....

Epístola a los Corintios/as





Desde el episodio de las anclas esta tripulación ha hecho grandes descubrimientos..

El almirante de la flota ordenó rumbo Este, teniendo en cuenta que queríamos cruzar el canalillo de Corinto.

Oh! Pero, antes estas aguas y tierras nos depararon la gran visión: Lepanto -en griego Nafpaktos-donde conquistamos el castro ( tras superar doscientos metros de desnivel) con una maravillosa puerta esquinada para despistar al enemigo.

En Lepanto, abajo, en el pequeño puerto circular y almenado, junto a la estatua dedicada a Cervantes, tomamos unos Mythos con los” autotonos”.

Visitamos Trizonia, isla de veraneo “autonono” y cementerio de buques. Bonita isla, recomendable.

Navegamos a vela, y después de varios bordos, divisamos el Parnaso por babor y fondeamos sin sonda (enloquecida por las Musas y descendientes de Zeus) en Isodhorou (otro lugar de “autotonos” veraneantes con casas pretenciosas).

Por fin hemos navegado a vela a gusto, con vientos favorables (sin bordos). Tras observar la entrada y salida de naves por el canalillo de Corinto, hemos fondeado junto a la entrada para ser los primeros en pasar mañana, cuando llegue la nueva tripulación, que hemos hecho venir hasta aquí, para, en alegre biribilketa, disfrutar del desayuno y viaje a Atenas.

Eolo ha decido acompañarnos esta noche y tomarse un vinito con nosotros, nos esta empujando un poco.

Aquí nos hemos dado cuenta que San Pablo habló a los Corintios que ya se centraban demasiado en el canalillo, canalón, canelón,….

Amigos lectores, esta crónica hecha por la tripulación femenina de esta semana, se despide con el deseo de que haya sido de su agrado.

Firmado: Pablo ( ya hay confianza en Corinto) y discípulas.

jueves, 18 de agosto de 2011

Por su interes periodístico os dejo unas instantaneas de la tangana por el espacio de atraque a la que se referia Carlota en una entrada anterior


Tal fué la polemica por el espacio de atraque que hasta se acercaron curiosos a ver que pasaba.







Ana diciendole al capitan de la motora "Mira piltrafilla, como no quites la motora de ahí va a haber ondanadas de hostias" y todo eso delante de los maderos griegos.





Al dia siguiente nos fuimos a una cala y nos encontramos a estos dos personajes:

http://www.youtube.com/user/ecgox#p/a/u/0/PnyofaDT148














Este especimen no supimos si era delfin u otra especie marina, pero también hacia sus gracias.




Marinero Lopez


miércoles, 17 de agosto de 2011

En la luna





Iniciamos la semana con una maravillosa luna llena el sábado 13 de agosto. La pena es que no podemos ver las estrellas fugaces, aunque Amaia si ve una estupenda.

El domingo no hay viento, por lo que visitamos la isla de Escorpios donde estamos hasta después de comer. Después sale un poquito de viento y podemos navegar a vela.

Fondeamos con un cabo a tierra, amarrado a una roca en la cala de Puerto Leone en la Isla de Kalamos.

Esto es muy cansado, estamos todo el día esforzándonos en bañarnos, en estar al aire libre, en un mar azul,…. Vamos, un infierno.

En esta pequeña cala hay un pueblo abandonado que están rehabilitando, con una iglesia en la que celebran la Virgen del 15 de agosto y a las 8 de la mañana nos han despertado las campanas.

Para cuando hemos querido ir a la romería ya se iban todos los barcos que habían venido de la capital de la isla.

Al dejar la cala, un barco italiano ha cruzado la cadena de su ancla con la cadena de la nuestra y le ha sentado muy mal el tener que volver a sacar el barco de nuevo, pero Joseba dice que le hemos hecho un favor, porque el no lo sabía pero estaba mal fondeado. La señora propietaria estaba molesta con la tripulación, igual despide al filipino, que por cierto, era el único amable.

Hemos dormido en una curiosa y escondida cala que parecía el arca de Noe. La entrada fue escoltada por una pareja de delfines, contratados por el capi, que quiere considerarlo un extra (según dice que pone la letra pequeña de las condiciones aceptadas). Por la mañana apareció la pareja de cerdos ( que beben agua salada y se bañan en la orilla).

Esto de cruzar las cadenas por encima de la nuestra y negarse a reconocerlo empieza a ser habitual, porque el martes, en Astakos, nos han puesto dos cadenas encima de la nuestra. A los italianos les ha costado mover el barco, pero con los que hablaban francés y tenían bandera holandesa ha sido necesario avisar a la autoridad portuaria, que han informado que llamaban a la policía. Vamos que todo un número. Como veis en la foto, se habían comido nuestra ancla.

El martes está siendo problemático porque ha dejado de funcionar el alternador y no se cargan las baterías. Atracamos en Messolonghi para intentar arreglarlo.

En cuanto a la que suscribe esta crónica, en materia náutica progresa adecuadamente en opinión de la profesora Maiko, que es una santa en cuanto a paciencia.

La luna sigue magnífica.

Nieves

jueves, 11 de agosto de 2011

Los nuevos tripulantes del Alisio 2ª parte






Ayer estuvimos en Astakos y en el sitio en el que habíamos dejado el barco iba a venir un ferry a hacer maniobras, y Joseba ha tenido que quitar el barco con la ayuda de Amaia y Alvaro. También se han tenido que quitar los del Nan, unos italianos y unos alemanes. Cuando todos estos barcos estaban fuera del muelle ha llegado un yate con la intención de meterse donde estaban el resto de los barcos amarrados, pero no había sitio para todos, con lo que, cuando el ferry se ha ido todos los barcos han salido disparados en dirección a su sitio. Primero ha llegado el Alisio, después el alemán, después el Nan,
después el yate y por último el italiano. Antes de que todos se empezasen a acercar, el Alisio y el Nan echaron las anclas y se engancharon, y entonces, Alvaro vio que le tocaba tirarse al agua, jugándose la vida para desenganchar las anclas. Al final lo consiguió y todo salió bien. Cuando todos los barcos estuvieron amarrados (el yate estaba metido a presión), se armó un corrillo de gente alrededor del yate y salieron los tripulantes a decir que si su barco iba primero, que si tenían un bebé de cuatro meses a bordo, que si tal, que si cual…
Total, que se armó un pollo de narices. Luego salió una chica con un perrito a pelearse con Ana, y cuando se fue todos le abuchearon. Esta mañana hemos salido de Astakos y hemos ido a una isla en la había muchas piscifactorías y también había dos delfines a los que les han hecho muchos vídeos y muchas fotos. Cuando hemos ido entrando en la cala han ido nadando alrededor de proa del barco y nos a gustado mucho porque era muy bonito.
Ahora mismo estamos en un sitio que no sabemos cómo se llama. De cenar hay espaguetis bolognesa, tienen una pinta estupenda.

Carlota

miércoles, 10 de agosto de 2011

Los Nuevos Tripulantes del Alisio






Tras un largo y aburrido trayecto en autobús, los López y los Garcipáez hemos llegado al barco. Con cuatro niños y tres adultos (en total), las dos familias emprendimos un viaje a Grecia. Por lo general, a todos nos gustó Atenas pero la zona del hotel era bastante fea.
En estos momentos todos estamos en el barco, recién desayunados. Joseba y Paco están arreglando el váter. Paco dice que al los nuevos tripulantes les ponen a limpiar letrinas; pero a mí me da igual, porque los únicos que limpian (de momento) son los hombres.

Hace un rato que todos duermen plácidamente en sus camarotes o en la cubierta (hasta el patrón se ha dormido). Los enanos están jugando a las cartas y yo me dedico a escribir (yo no soy ni adulta ni enana, yo estoy en el medio). Hay mucho silencio, pero se oyen las chicharras de la isla. En el agua casi no hay peces, sólo los hay pequeñitos, pero es muy agradable darse un bañito; no está ni fría ni caliente, está como en el Mediterráneo (¿por qué será?). Ahora mismo puedo oír los ronquidos del marqués Don Paco, que duerme plácidamente en su camarote, al lado del camarote del patrón.

Acabamos de llegar a Meganisi. El cocinero Paco se ha quemado ahora mismo mientras cocinaba un sofrito de champiñones como acompañamiento para la cena, que serán salchichas con puré de patatas. Aquí los mayores se están tomando un gintonic en la bañera del barco. Amaia está de ayudante de cocina y tenemos música de fondo (del
I pod de Ana). Después de un buen bañito, nos hemos cambiado de ropa y en un momento vamos a cenar.

Ya hemos acabado de cenar y estamos los enanos y yo en la cama. Los mayores están charlando fuera en compañía de un chupito. Olivia y Guillermo han estado jugando a las cartas un rato. Ahora mismo tengo a Olivia leyendo todo lo que escribo. Joseba nos ha enseñado antes su linterna Barbolight (una linterna que da una luz muy potente).
Mañana iremos a alguna isla, seguramente improvisaremos.


Son las diez de la noche y todavía no hemos amarrado el barco. Estamos muy aburridos y Olivia le ha tirado un vaso de agua a Lucía encima, además, los mayores no nos dejan hacer nada interesante. Hoy hemos ido a vela la mayor parte del tiempo, y ha estado muy bien porque íbamos muy rápido(a 7 nudos). Llevamos una hora de maniobras y todavía no han terminado. De cenar hay albóndigas, pero nos han dado a elegir centollo.
Volviendo al tema del amarre, tenemos al lado a uno que está venga a encender las luces del barco porque le da miedo que le demos a su pobre barquito…
Esperemos que no tardemos más.

Nos vamos a la cala de las avispas, hemos mandado la patrulla de Curro para comprobar si hay avispas. Nos han dicho que hay las mismas que el otro día, así que vamos allá.
Hemos comido ensalada de pasta y me parece que nos están cebando a base de ensaladas y yogurt griego. También hemos visitado el pueblo abandonado que tiene dos molinos, uno de burro y otro de motor. El de burro lo están reconstruyendo y el de motor está hecho una mierda; está lleno de latas, cenizas de hogueras, papeles, y todas las porquerías que se puedan imaginar.

Los mayores están cenando en compañía de la tripulación del Nan un guiso de pollo y nosotros ya hemos terminado de cenar. Están charlando sobre un imán que compré en Valencia de una paella. Lucía y Olivia están en la cama muertas de sueño. Aquí, los mayores nos han hecho cenar en la bodega, como a los monos; ya sólo faltaba que nos tirasen un plátano a cada uno.


Carlota

jueves, 4 de agosto de 2011

Cabo a tierra





Viernes, 29.07.2011

Otro día más, hemos amanecido en el Alysio. Ya se nos están acabando los días, cosa que nos da mucho pena porque en bastante tiempo no vamos a poder bucear en un agua tan azul y transparente en la que hay mil peces de colores, ni encontrar tan fácilmente la estrella del Norte en un solo vistazo por las noches. Tampoco vamos a poder tumbarnos al sol mientras nos salpica el agua de mar cuando navegamos… La txikillería se ha entristecido 

Hemos vivido momentos geniales durante esta semana, y hemos ido a muchos sitios diferentes como Itaca o la isla de Onasis. Ayer estuvimos en Calamos, era una isla preciosa que había sido destruida por un terremoto en 1953. Fuimos desde el barco hasta la costa en zodiac, y estuvimos viendo las casas medio derruidas y la ermita que estaba en reconstrucción, después buceamos y vimos muchos peces.
Casi todos los sitios en los que hemos estado estaban plagados de erizos de mar , por ejemplo cerca de Itaca había un islote con cuevas submarinas y muchísimos peces de colores chillones, bastante impresionantes, pero había que tener cuidado con donde pisabas. También estuvimos en un varadero y vimos como limpiaban los barcos, era muy interesante aunque allí el agua no estaba muy limpia… Lo cierto es que no nos importó mucho porque justo después íbamos a visitar un nuevo paraíso con agua turquesa.

Sinceramente, se vive muy bien aquí y ninguno tenemos ganas de irnos. Y porque no he mencionado todavía los desayunos, las comidas y las cenas, esto es como un restaurante de cinco estrellas.

Cabo a tierra:

Pena que no lo filmamos.
Llegamos a la cala a última hora de la tarde, comme d’habitude. En esa franja horaria que a nuestro Kapi le cuesta reconocer que existe, simplemente porque ha pasado demasiado tiempo en Bermeo, es decir, a eso de las ocho de la “sera”.
Que p’aquí, que p’allí, varias vueltas de reconocimiento, y alguna más.
Cabo a tierra, dice el Kapi.
A sus órdenes, contesta la Txusma, y se preguntan entre ellos: oye, Txusma, y eso, cómo se hace?”.
“Ne pas paser, no pasa nada”, dice la Bego Alysia. Y continúa: “A la gomona conmigo, Kees”. Y ahí se van, con gomona y con cabo, a la costa.
Un tira y afloja de ancla, más cadena, cabo, gomona, remos, y como si tal cosa, la barca Alysia queda bien amarradita.
Ya sólo nos quedan los cabos a tierra del Nan y del Aldebarán. Dos tercios de la jugada.
Nan, callandito y sin aspavientos se coloca bien a la primera como si la fiesta no fuera con ellos.
Y Aldebarán, enfila de popa, pero el ancla se para. Horror, pavor, dinosaurio herido. Los gomoneros, Lorena et Vincent, están con el cabo en tierra pero no saben lo qué tiene que hacer con el cabo. Y esperan.
La cadena del ancla sigue sin funcionar. Y ahí salta el Kapi Alysio sin pensárselo dos veces al Aldebarán y con un poco de paciencia para dejar que enfríe ese fusible de la puñeta, echamos el tercer cabo a tierra.

La txikillería llega al Alysio.





Sábado, 23.07.2011

Después de un duro viaje de 6 horas en un autobús de la prehistoria (según las begoñas, con 5 años mínimo en cada rueda) llegamos a Preveza. El Alysio, su capitán y Amaia nos esperaban allí. Todos estábamos muy contentos cuando descubrimos el barco y nuestros camarotes que hemos repartido entre todos. En un cuarto Begoña y Joseba, en otro Begoña y Kees, en otro Amaia, en el ultimo Clara y Nico, y los más jóvenes a bordo, en el sofá cama de la cocina.

Hemos tenido que hacer una compra enorme, porque somos 10! Y por la noche hemos cenado pescadito en la marina Cleopatra con los amigos de los otros dos barcos que nos acompañan: el Nan y el Aldebarán.

Se nos amontonan los quehaceres, las calas, los nombres y los días.
Y nos da igual que sea lunes o jueves. Lo único que nos importa es lo que vamos a comer, lo que vamos a cenar y en qué cala vamos a dormir…

Highlights:

El Kapi Joseba ya tiene piscina con agua climatizada en el chalé del cielo…

La técnica depurada de lavar los platos del tandem Candela y Seb es adoptada, aunque no mejorada, por la pareja Clara y Nic.

La chusma se porta bien y crece, no sólo en calidad sino también en cantidad: Angela y Lucas Nan se suman a la tropa y toda la cuadri vive la mayor parte del tiempo en la proa. Con o sin velas.

Visitamos la ermita de Port Leone y se nos ocurren varias ideas para la jubilación:

1. Iniciar la aventura de Portoleone y las visitadoras, siempre y cuando podamos reclutar a suficientes visitadoras brasileñas.
2. Restaurar el hameau y abrir una pensión para guiris: Kasa Ermita.
3. Poner en marcha un geriátrico y/o una guardería, puesto que viejos y andereño ya tenemos.
4. Quedarnos a vivir sin más y aquí paz y después gloria.
5. Aprender algo más de griego, además del Parakalo y Efkaristo.

No kaka no pipi:

Kurro Aldebarán baja a tierra en gomona y el servicio de seguridad de la isla Onassis le llama la atención por radio. Nos preguntamos cómo han conseguido emitir en nuestra frecuencia……. Increíble en un perfecto “spanglish “ se oye por la radio “ no kaka , no pipi , no in my island “ . Curro sin enterarse sigue con sus quehaceres , mientras en el Aldebaran cunde el pánico. Jordi empieza el regateo “ por 75 € kaka., pipi , no por 100 se oye. Los demás barcos seguimos estupefactos tal conversación , se está poniendo cara Grecia …… Después de un intenso regateo Jordi se da cuenta que el servicio de seguridad de Onassis es Kees tranquilamente sentado en otro barco gastándole una broma. Risas genelarizadas , todos nos lo habíamos creído.

La txikillería.

Alysio 2014