domingo, 30 de septiembre de 2012

El final: Los brazos no solo sirven para sujetar las manos que cuelgan de ellos


Los brazos también sirven para levantar cadenas y anclas. Los brazos – potentes y decididos -  también siempre han servido para dar libertad a la Humanidad. Brazos poderosos de conquistadores, brazos para el amor – con  sus tiernos abrazos - y para la búsqueda de la libertad.
Así ha sido siempre. Los brazos también sirven para empujar el espacio que nos separa de la tierra y permitir que volemos o, como en este caso, naveguemos.

¡Qué chorradas digo! ¿no?. – Debe ser que estoy mayor (como dice el Capi) -.
El tema es que nos hemos quedado sin molinete y para todos los que habéis participado, a lo largo de este verano, en las actividades de fondeo o atraque (que sois muchos), pienso que el disponer de molinete no siempre se aprecia en su justo valor. Como tantas cosas, hasta que no las pierdes, no lo aprecias en lo que valen. Y no solo las cosas materiales que nos facilitan la vida sino, sobre todo, muchas personas que están cerca de nosotros y que, a veces, nos pasan desapercibidas ante nuestras narices… hasta que nos faltan.
El no disponer de molinete nos ha supuesto a los “terrícolas” de abordo el tener que lanzar y, sobre todo, izar la cadena y ancla a base de “fuerza bruta” con : brazos… y un amplio corazón. Como los antiguos navegantes ¡Qué narices! Y en esta actividad hemos participado todos, incluido el Capi, que ha mostrado su buen estado físico… a pesar de las birras consumidas este verano (y los otros veranos también ¿no?). ¡Pesaba la cadenita de los c…!, creedme que pesaba lo suyo..
Pareciese que en los últimos años todas las desgracias le ocurran al Alysio al final de su periplo.

Lo tuvimos que hacer por primera vez anteayer en una cala delante de un barco “guay” ingles, cuyos ocupantes nos miraban incrédulos (yo creo que las que más nos miraban eran ellas, ¡admiradas!, je, je), y lo hemos repetido un par de veces mas ayer, saliendo del fondeo en Vathi. A mí me ha parecido oír los aplausos de los (bueno, creo que las) ocupantes de los barcos cercanos al contemplar a tres fornidos hispanos izando cadena (90 m)  y ancla, o al menos me lo he querido imaginar - que uno es siempre dueño de imaginar lo que desee ¿no? -.



Después fue una gozada el trayecto de Itaca a Vilkho. El mar estaba en absoluto reposo, como una balsa de aceite, y una ligera brisa impulsando las velas, moviéndonos, sin prisa, a menos de 2 mph. Despacio y suave… muy despacio…
En un momento dado Juanjo y yo nos colgamos del barco y fuimos  arrastrados por el Alysio que, amablemente, nos produjo una sensación reparadora inmediata – suave masaje corporal - (aunque no lo creáis aquí todavía hace calor).



Y ahora aquí estamos ya en Vlikho. Ultima etapa del Alyso 2012. El lugar en que pasará el invierno.
Cuando entraba el barco en esta bahía, se me vinieron a la memoria los hechos que acaecieron hace justo un año y que nos llevó a una situación un tanto tensa a los que aquí habitábamos en esos momentos (ahora estamos los mismos, excepto Begoña).

Hemos pasado esta última semana los que ahora estamos aquí, junto con Victoria, que nos dejó ayer. Ha sido una semana muy agradable, pero llena de debates… ya sabéis, la consabida dicotomía hombre-mujer. Victoria, ciertamente en minoría, ha defendido con uñas y dientes el papel de la mujer y su actitud ante la vida, los hijos, la pareja… nosotros, aún tratando de entenderla, hemos mostrado la otra cara, la del varón que parece que va perdiendo sus “poderes” (no puedo negar que el Capi, en este punto, me acusa de traidor al respecto continuamente, supongo que lo acabaré pagando, en algún que otro momento, en los días que me quedan por aquí).
También, conducidos por Victoria, nos hemos introducido y debatido en las técnicas esotéricas más diversas, así como en otras actividades que a nosotros tres se nos escapaban un poco a nuestro “reducido” y “limitado” entendimiento  (Constelaciones Familiares, Sexo Tántrico – ¡ojo! no lo practicamos -, Registros Acásicos, los otros Planos de la vida,… etc) (¡brujas, más que brujas…!)

Hoy hemos desmontado las velas y limpiado la sentina. En días sucesivos seguiremos con las actividades propias de nuestro sexo, dejando preparado el Alysio para el año que viene. Ciertamente da pena, pero así es la vida… todo pasa y todo queda…



Ahora, en esta mi última entrada en el blog, se me vienen a la memoria también las historias de todos los que habéis aportado vuestras vivencias en este blog en este verano. Todas ellas llenas de vida y describiendo los momentos vividos en este irrepetible barco. Entradas llenas de sentimiento.

Muchas gracias, hayáis escrito algo en el blog o no, a todos los que habéis participado en el Alysio. A todos muchas gracias, tanto a los que nos conocimos en etapas del Alysio, como a los que tan solo conozco por referencias o por leer vuestras historias

También, a todos, os deseo lo mejor para este invierno, esperando que nos encontremos y leamos mutuamente de nuevo en el blog Alysio 2013….

¡Feliz año 2013 anticipadamente!

Ángel

sábado, 29 de septiembre de 2012

Crónica de una mujer de 50 en el Alysio


Cuando decidí viajar en el Alysio nunca pensé que descubriría un mundo totalmente distinto de palabras y sensaciones. Es la primera vez que subo en un barco, yo soy de las que llaman al cabo cuerda, eso por poner solo un ejemplo, así que ya podéis imaginar la paciencia que estas almas de  Dios han tenido conmigo.

 El barco me recogió en Poros, es una pequeña isla muy pintoresca y bonita. Me alegró ver que había dos chicas más, Paula y Conchi, tanto ellas como los chicos Joseba, capitán del barco, Juanjo, lugarteniente, Ángel marinero de a bordo y Pedro, nada más y nada menos que marido de Conchi, me recibieron muy bien. A pesar de todo yo estaba bastante intimidada, y comencé a dudar de que este viaje hubiese sido una buena idea vista la pericia y desenvolvimiento que tenían los demás. Intenté tranquilizarme y pensé, bueno Victoria, todo lo más que te puede pasar es que te tiren por la borda, así que tracé un plan y al día siguiente me puse a fregar como una loca  que era lo único que sabía hacer.

Al día siguiente atravesamos el famoso canal de Corinto, una obra casi faraónica que según mis cultos compañeros fue hecha a golpe de pico y barreno a finales del siglo XIX para que los barcos no tuviesen que rodear el Peloponeso.  En el  canal, Paula, una preciosa sirena de tierra firme, decidió darse un baño. Suponemos que es una de las pocas personas que se han atrevido a bañarse en este canal.
 Día tras día hemos ido atravesando el golfo de Corinto, Galaxidi, Itea, Delfos, donde visitamos el Templo de Apolo.


 Consultamos a su Oráculo, que nos predijo una larga y próspera vida, tanto para nosotros como para el Alysio, pero al parecer el Oráculo quiso ponernos a prueba porque al salir de Delfos con el mar en calma y 20 millas por delante, apareció salida de la nada una borrasca con fuertes vientos racheados, situación que a mi me pareció realmente peligrosa, sin embargo el Alysio avanzaba firmemente, contra viento y marea, gracias a su experimentada  tripulación, Joseba, Juanjo y Ángel, verdaderos lobos de mar donde los haya. Conseguimos fondear cuando ya había anochecido sin ningún contratiempo, estamos en Trizonia.

Llegamos a Ítaca desde Messolongi, hemos hecho 40 millas y nos adentramos en el mar Jónico. Itaca, con su capital Vathi, el Alysio navega poderoso hacia su imponente macizo montañoso. Itaca, la isla de Ulises, donde esperaba Penélope, su amada, y donde, según la leyenda, todos los sueños se cumplen, solo hace falta esperar, como Penélope, a que ellos te alcancen.
Fondeamos en una pequeña cala de aguas limpias y transparentes, mientras nadamos los peces nos rodean, realmente esto es el Paraíso, o como dicen los esotéricos, hemos llegado al Nirvana.


EL ALYSIO, UN BARCO TERAPEUTICO.
Esta crónica está especialmente dirigida a todas las mujeres de cualquier edad y condición, que estén atravesando una etapa difícil en su vida.
El Alysio es un barco terapéutico. Cuando llegué a él, traía una pena de amor muy grande, de esas que las mujeres nos empeñamos en sentir mejor que nadie, y conforme han ido pasando los días, la pena, se ha ido haciendo más y más pequeña, hasta que ayer por la noche la eché al mar para que se la comieran los peces. Y es que este barco es muy grande, surcando el mar va superando todas las dificultades hasta llegar a su destino. Unas veces a favor de los vientos y otras con el viento en contra, pero el caso es llegar, igual que en la vida, exactamente igual.
Gracias Ángel, Joseba y Juanjo, habéis hecho que mi estancia en el barco no solamente haya sido agradable, sino toda una experiencia, gracias por aguantarme y haberme hecho sentir integrada, gracias de corazón.


P.D.  Así que ya sabéis chicas, no os lo penséis, ¡ah!, otra cosa, les he oído decir en conversación privada, que prefieren personal sanitario a partir de los 50, sobre todo enfermeras.
Hasta el año que viene Alysio.

Victoria

domingo, 23 de septiembre de 2012

UN ANTES Y UN DESPUÉS






Hoy es mi última noche que pasaré en el Alysio, tras dos semanas formando parte de cada rincón, con su agradable  tripulación.
            Comienzo a notar ya cierta nostalgia, y aún no desembarqué. Creo que le echaré de menos más de lo que imaginé.
            Recuerdo el primer día que lo ví. Atracado en una pequeña cala llamada Skala Loutra, a unos pocos kilómetros de Mitilene, la capital de Lesbos.      Ahí estaba, en calma, descansando tras una travesía más. Todo un conjunto de estructuras y cabos, dándole un cuerpo fuerte y rígido. Me impresionó desde el primer instante que le ví. Todo tipo de complementos vestían su envergadura. Mi emoción por estar sobre él, despistó mi atención de todo aquello que me rodeaba.
            Sentí excitación y  mi atracción por él comenzó a emerger. Me fue imposible expresar todo aquello que me hizo sentir. Callada, absorta por su grandeza. Sentía respeto, mucho respeto, que a la vez se acompañaba de un sentimiento de miedo. Mi cuerpo estaba paralizado, torpe incluso al movimiento.
            Imaginé numerosas historias y aventuras. Mi nivel de adrenalina fue en aumento cada día. No sabía qué hacer para acercarme y poder formar parte de todo él.
            Día a día y muy poco a poco, esa energía se fue transformando en una agradable y ansiada calma.


            Ya me siento parte de ti. Siento paz y tranquilidad dentro de mí. Contenta y feliz de haberte podido disfrutar. Me has permitido ver partes donde nunca hubiese podido llegar. Infinitos y amplios horizontes, islas más o menos coloridas, rocosas o no, pero si siempre cubiertas por algún manto verde.
Notaba tus ansias de continuar, de encontrar el viento que nos permitiera seguir sin fin. Tus grandes y firmes alas buscaban el mejor rumbo a coger. En ocasiones la lucha, no siempre continua con el viento, nos hacía desistir en nuestra conquista del tiempo, del mar, de la vida…no te rendías, y eso me gustaba.
Disfruté con esa placentera pérdida de la noción del tiempo, con cada firmamento al final del día…

            Podría seguir contando las miles sensaciones que me has hecho sentir, pero aquí quedarán pendientes de escribir.
Ha sido un viaje inolvidable, me voy fascinada y con ganas de volverte a ver.

Paula                                                         
                                                                              

lunes, 17 de septiembre de 2012

La nueva Mojama


Durante esta semana hemos descubierto un nuevo tipo de mojama.
Dado que se habían empapado de agua, en un compartimento, gran cantidad de rollos de papel higiénico, y dada la escasez proverbial, ya sabéis, de servilletas para las comidas, se decidió reciclar estos rollos para este fin. De esta forma se procedió al secado de estos rollos, en igual forma a como se hace para el secado de la mojama. Así es que todas las mañanas se sacan los rollos a cubierta, bajándose al interior durante la noche. Ejercicio interesante para todos nosotros. Os adjunto una foto que da prueba de ello y que pudiera servir como ejemplo de ahorro y economización de los medios en el Alysio.


Ya nos encontramos en Chios, frente a la costa turca. En esta isla ocurrieron terribles masacres durante las guerras turco-griegas. Se dice que en 1822, de 118000 habitantes que había, solo quedaron 1800, debido a las masacres, rapiñas de carne humana para los mercados de esclavos de El Cairo y por los que escaparon a otras islas.
Visitamos el pueblo de Volissos con vistas extraordinarias a la costa. Se dice que este es el pueblo cuna de Homero.




El “hospitalillo” continuó su progreso: El infeccioso no estaba totalmente dado de alta, el trauma sí, pero se añadió a ello unas nuevas unidades de Odontología (flemón de un servidor) y otra de Dermatología (picadura marina a una de las tripulantes, tratada con Urbasón).

Con el cambio de tripulación el que suscribe ha tomado la función de tesorero y, ante el estado de “la herencia recibida”, con gran déficit acumulado, ha decidido, en acuerdo con la Presidencia, tomar alguna serie de medidas,  basadas todas ellas en el: “no-se-puede-gastar-lo-que-no-tenemos” (que no sé muy bien donde lo he aprendido u oído antes). Lo que más ha preocupado es el enorme gasto sanitario del Alysio en los últimos tiempos, por lo que se ha decidido establecer el “copago” y cobrar parte del costo, tanto de los servicios recibidos, como el de los fármacos que se entregan a los afectados. Las medidas han sido recibidas con un cierto desánimo, enfado, etc., por parte de la tripulación, pensándose incluso en organizar una posible marcha de protesta alrededor del barco (¡No sé de qué se quejan, siendo ellos la causa del problema!). La idea es intentar evitar el tener que recurrir a un Rescate en un país en que nos encontramos que, probablemente, estallaría en grandes carcajadas si se lo propusiéramos.



El cambio de tripulación se dio en Chios capital. Atracamos en su puerto y durante dos noches sufrimos los ataques sonoros del personal que paseaba o movía su coche con la música a todo volumen por el paseo del puerto, o bien de los DJ´s de las disco de alrededor. Todo ello amenizado por el ataque de una plaga de mosquitos, no se sabe si descendientes de la plaga de hace unas semanas, que terminaron de amenizarnos las noches. Ojo, que aquí las discotecas echan el cierre a las 6 de la mañana. Por ello estuvimos a punto de tener que añadir al “hospitalillo” la nueva unidad de Psiquiatría.
No obstante el sábado las tripulaciones salientes y entrantes dedicamos el día, después de limpieza, lavandería y compra, a recorrer la isla en sendos coches. Visitamos el Monasterio de Nea Mori y los pueblos, preciosos, de Pygio y Mesta. Mereció la pena la excursión.


Finalmente esta mañana hemos abandonado el puerto de Chios. El que hayamos podido sobrevivir a tamaño sufrimiento durante dos noches, ha sido agradecido por las autoridades locales que, acompañados por muchos paisanos (vestidos con trajes regionales) y por los Popes del lugar, han acudido a pié del Alysio para proceder a nuestra despedida, como podéis ver en la foto adjunta (banda de música incluida, aunque no salga en la foto).

Ahora nos encontramos en una bahía en la cara Oeste de la isla para pasar la noche, fondeados en medio de un silencio total y prestos a madrugar para iniciar, temprano en la mañana, la larga travesía que nos conducirá a una nueva isla.

Angel

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El “Hospitalillo” embarcado


Entrando al puerto de Psara

Aquí nos encontramos ahora en el puertito de Psara, frente a la isla de Kios. Ya ha habido chupitos de ron y Ouzo y la gente se ha recogido a sus respectivos aposentos. Ha sido un día largo de navegación de 8 horas con olas de través que provocaban, al menos en mí, una sensación próxima al malestar. Lo hemos superado y finalmente nadie ha caído. Los delfines nos hicieron una visita.



Comida rápida en movimiento con Ajoblanco (mi especialidad) como único alimento (el meneo no pedía mucho más que eso),
Viento, mucho viento, durante la navegación, todo el tiempo a vela, y también durante la noche. Ahora mismo el viento azota y aunque se puede dormir yo, en mi camarote de proa, escucho el golpear de la cadena que a veces me hace despertar pero que otras veces me adormece. Nada fuera de lo normal.
En Mytilene (isla de Lesbos), hubo cambio de tripulación y todos juntos cenamos en el pueblo – acogida y despedida -. Se sigue comprobando que, comamos lo que comamos y seamos los que seamos, el patrón es el mismo: 10 € per capita.

Almazara cerca de Skala Loutra

Después nos hemos movido rodeando la isla de Lesbos. Hemos pasado por el pueblo cuna de la poetisa que dio renombre a esta isla por su canto a la belleza de sus mujeres. Parece que este pueblo se ha convertido en lugar de peregrinación y acogimiento de muchas de las que, muchos siglos después, se las dio el nombre de lesbianas.
Hemos parado en algún pueblo que otro y a las únicas lesbianas (porque eran de aquí, no por otra cosa) que yo he visto fue a dos señoras, todas vestidas de negro, que limpiaban y adornaban las tumbas en un cementerio de, supongo yo, sus respectivos.

En el puerto de Sigri

El primer día de navegación un tripulante (no citaré nombres por el tema de la seguridad y confidencialidad de datos) comenzó a sentirse mal. Fiebroso y cariacontecido pasaba las horas dormitando y somnoliento. El segundo día el tema se aceleró y aunque él aseguraba que era un problema de garganta, el resto de la tripulación nos preguntábamos si aquello no podría ser algún tipo de infección contagiosa que hubiese cogido al llegar a estas tierras. Tanto fue así que, en  algún momento, algunos se preguntaron si no sería recomendable, por el bien del resto de la tripulación evidentemente, el aislarle en la cubierta de proa bien guarecido por la gomona que allí se encontraba. Si bien alguien sugirió que dada la cantidad de islotes por los que atravesábamos, no sería mejor idea el “alojarle” en alguna de aquellas islas, bien provisto, eso sí, de las correspondientes provisiones y sombrilla – que no teníamos – o chamizo preparado con plásticos, a modo de lazareto, de tal forma que en algunos días alguna embarcación que pasase por allí pudiera recogerle y expatriarle. Aquellas discusiones fueron mano de santo porque desde que, con ojos asombrados nos escuchaba, al susodicho enfermo se le fue cambiando la color y su mejora fue en aumento, por lo que en algún momento alguien pensó que, o bien aquello había sido simulado para únicamente llamar la atención del resto – fruto de algún trauma infantil probablemente -, o bien quería evadirse de las obligaciones que, como miembro de la tripulación, se conlleva (ya todos sabéis…)
También ocurrió que otro miembro de la tripu, esta vez fémina, rodó escaleras abajo golpeándose en la cabeza, por lo que, en decisión de urgencia por parte del capitán – tan decisivo siempre – se decidió habilitar la zona de salón y cocina, como de “hospitalillo” de emergencia con las correspondientes unidades de infecciosos y trauma.

El infeccioso tomando vahos

Bueno, afortunadamente esta situación no duró mucho. El trauma se recuperó pronto y el “infeccioso” a medida que nos aproximábamos a los islotes-lazareto, fue mejorando ostensiblemente que no, que no, decía, que ya me encuentro mucho mejor -. En la actualidad la situación está controlada, si bien al “infeccioso” le obligamos a cenar siempre a sotavento, al objeto de que las emisiones que lanza con sus toses no golpeen a ningún otro miembro de la tripulación. Tripulación que, a pesar de estos incidentes, ha salida reforzada en sus características de solidaridad y comprensión entre todos sus miembros, como bien habréis podido comprobar con mi relato.
Por cierto, para el examen parcial de navegación de mañana y dado que el infeccioso ha perdido las correspondientes clases, a éste se le ha obligado a contratar a un profesor privado como refuerzo, porque el de la “pública” (el capi) se ha negado a repetirlas, que bastante tiene ya con la bajada de sueldo y el aumento de horas de dedicación. ¡Faltaría más!

Ángel


jueves, 6 de septiembre de 2012

De las islas del Egeo del Norte a las Espóradas del Este… el Campanu 2012


 Mirina - Limnos
 Caprus Kastro
La tripu al completo 

Con la nueva tripulación a bordo: Begoña, Maialen, Victoria, Pili y Carlos el domingo a la mañana abandonamos definitivamente Kávala y nos dirigimos al Sur de Thassos a vela. El viento no nos es favorable, pero como el capitán se está ablandando con los años tiene a bien poner rumbo al Este para poder seguir trimando… llegados a la isla virada por avante (si, si, como lo oís, EL BORDO EXISTE) y ya con rumbo fijo a vela y a motor llegamos al fondeadero del Sur, al ladito del Islote Panagia. Una vez fondeados, Gin-Tonic con puesta de sol, un guisote de xxx bastante tierno, poterita y a dormir. El lunes nos toca gran travesía entre el Norte del Egeo y Limnos (en las Esporádas del Este).


A las 7:00, todos ilusionados en cubierta, para poner rumbo SSE (150º) en una travesía de 48 millas. La noche ha sido venteada, el ancla no ha parado de tirar. Desayuno en marcha, el viento no deja de aumentar: 17 nudos, 20 nudos, 22 nudos, viento de través, marejada y primeras bajas: Maialen y Carlos se retiran a las 7:30. Una ola, ras! Y todos calados: la tripulación mantiene el tono, cambio de ropa y a seguir navegando… la mar está bella.

Vamos a reducir trapo: 24 nudos, 25 nudos… recogemos el foque. Victoria, brillante, propone: y por qué no lanzamos la caña?. Un poco más de viento: picos de hasta 30 nudos, fuerte marejada.  Nuevas olas, ya calados y resignados, kriii, kriii, kriii….  ¡Ha picado algo! Empezamos a recoger el carrete, recogemos las velas, ponemos el motor, vamos a proa a por el gancho asesino y la sorpresa… El Campanu 2012: 15 Kg. de Thunnus Thynnus a las 10:00 a.m del 3 de septiembre. La bañera hecha un asco, Begoña pasada, el barco dando botes sin parar, Victoria solidaria con Begoña le acompaña vomitando el desayuno por la borda, PLAS, LA OLA!!!... Los de cubierta
empapados, calados, pero todos a bordo. La ola ha entrado en el camarote de popa babor, Carlos que pregunta si nos hemos chocado contra una roca, los utensilios del horno y los vinos por los suelos. Nuevas bajas, Pili, Joseba y yo en cubierta. Son las 10:30 y volvemos a izar las velas. Vamos como niños en juguete nuevo, calados hasta los huesos, salibando y pensando que cuando lleguemos a Sotavento de Limnos el oleaje y el viento reducirá: ilusos. A las 2 llegamos a Myrinas, Capital de Limnos. Todos en cubierta nos sacamos las fotos deseadas con el niño y empieza la producción y conserva del atún: 1 lomo en mojama, 1 lomo en semi-conserva de sal y azúcar (nueva aportación, todavía sin degustar), 1 lomo fresco, las ventrescas al hormo para comer (acompañados de blanco Meta Symbol), unos taquitos con soja, gengibre y sésamo para cenar y unos retazos marinados en soja y limón para picar. Quedamos definitivamente fondeados en Myrinas… ya ha sido suficiente y hay que limpiar el barco de tanta sangre y demás.

Hoy hemos dedicado la mañana a visitar Myrinas: castro con varios lienzos de muralla,  casas solariegas de cierto porte y callejuelas sombreadas por plantas trepadoras. Tras comer un rico arroz de calamari con gambas (hay que descansar del Campanu), nos hemos dirigido primero al S y posteriormente al O, con viento de través y sin oleaje a la bahía de Moudhros. El paisaje es desértico y la bahía conocida por ser el Cuartel General de la Commonwealth en la campaña de Gallipoli. Después de cenar unos fresquisimos lomos de atún encebollado, decidimos que mañana haremos la travesía entre Limnos y Lesbos, de 50 millas: esperemos que los vientos sean portantes.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Cuando Joseba descubrió a la mujer (con permiso de Begoña)


Tras descansar de la excursión por Samotracia partimos nuevamente hacia Thasos. Durante la noche habia soplado el viento y desde el puerto veiamos la marejada en el mar. Tras cumplimentar las formalidades de rigor con la autoridad portuaria, salimos decididos a aprovechar el viento y a ser agitados durante la travesia. Pero una vez salimos, el viento fue cayendo y la travesia que hicimos a vela resulto tranquila.

Recorrimos el sur de Thasos, para acabar fondeando y estrenando la potera. A pesar de la voluntad que pusimos y del tiempo que le dedicamos ningun calamari se animo a dejarse atrapar por nosotros. Lo mas que subimos fueron algunas algas, aunque nos reimos bastante.

Al dia siguiente, tras el baño de despedida salimos hacia Kavala donde atracamos. A la noche llegaron Carlos y Pilar que eran la primera parte de nuestro relevo. Cena en tierra y Santxo, Amaia y yo nos fuimos a un local de moda en el puerto que organizaba una sesión de DJ. Nos impresionaron especialmente los zapatos que lucian las chicas y los cortes de pelo de los chicos. La descripción por parte de mis acompañantes tanto de la fauna del local como de las actividades de socialización que desplegaban resultó muy instructiva.

 A la mañana siguiente Amaia y yo nos montamnos en un taxi que nos llevo al aeropuerto en el que cogimos el mismo avión en el que llegaban Victoria y Maddalen. A la tarde salia tambien Mª Angeles y a la noche llegaba Begoña.

Desapues de nuestra partida y a pesar de la compra de la potera, parece que los tripulantes del Alysio han vuelto a la pesca de ejemplares mas grandes. Asi parece desprenderse de la foto que nos han mandado. No voy a hacer comentarios. Durante las cuatro semanas que he estado a bordo nos hemos pescado mas que las algas de Thasos y hoy nos llega esta foto con el pie de que para comer atun no hay que ir a Donosti, sino quedarse en el Alysio.





Hoy ya en Bilbao le contaba a Juan Carlos las andanzas en el Alysio y hemos recordado el momento del año pasado en que Joseba descubrio a la "mujer". El Alysio estaba cerca de Itaca y junto a el se encontraba una motora grande en la que quien pilotaba intentaba fondear la embarcación. En la  proa se encontraba una mujer de unos 40 años que con paciencia y tranquilidad obsevaba las operaciones que el patrón realizaba. Finalmente la mujer se echo al hombro un cabo de dimensiones considerables, se tiro al agua y con un estilo que asemejaba a Esther Willians recorrio una considerable distancia para finalmente volver al barco despues de haberlo dejado asegurado. Una vez a bordo se dirigio al patron para decirle con tranquilidad que dejara de andar con los motores porque resultaba molesto.

Joseba asistia a estas operaciones con la boca abierta y con un signo de admiración en su cara. Y Juan Carlos hoy me preguntaba si habiamos tenido la ventura de haber vuelto a coincidir con semejante mujer.

Postdata para Santxo. Al igual que el año pasado, en varias ocasiones hemos hablado del azul Bilbao y sobre las caracteristicas de tal color. Incluso se nos ha pedido a los bilbainos de a bordo que dieramos el numero de pantone del mismo. Sin animo de polemica. añado a esta entrada el autentico azul Bilbao y las proporciones de sus distintos componentes, aunque por el tono de las preguntas supongo que la discusión sobre su existencia continuara el año que viene.


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Alysio 2014