
Nuevas historias del Alysio ahora a cargo de otro escritor novel: Ángel.
Días 5 y 6 de Julio
La verdad es que pensé haber escrito antes, pero la cantidad de actividades a las que nos ha sometido el almirante, me ha impedido cualquier otra actividad a parte de las propiamente regladas (por el almirante, claro). Me he traído el libro ese de Los hombres que no amaban… etc y por no tener tiempo, aún no he podido ni leer el resumen del final.
A la llegada con el taxi a la Marina, ya nos estaba esperando Él a la entrada… su imagen lo llenaba todo. Nos dio las primeras instrucciones (no ordenes)
El pobre Juan Fran había arrastrado por media Europa un alternador de no se cuántos kilos, alternador que todavía, a día de hoy, no se sabe si se va a poder instalar o se lo va a tener que llevar de vuelta Juan Fran a Venecia y luego a su casa. El primer día cargamos cuatro carros de viandas en un super de Zadar, principalmente cosas líquidas como agua, cerveza y algún que otro cartón de leche y después de eso nos pusimos a navegar (¿cómo se podría decir mejor eso?). Ya veis que aún no controlo la terminología, aunque ya no digo aparcar si no atracar, ni cuerdas si no cabos, por lo que estoy la mar de contento. Creo que cuando salga de aquí seré una persona distinta e incluso hablaré de otra forma.
Ayer estuvimos intentando arreglar el motor de la zodiac que dejó tirado al almirante en un lúgubre rincón del puerto de Zadar. Veníamos con nuestros carros del super y el buen hombre salió a recogernos, pero se dio la triste situación de que cuando, pasando de él, llegamos con nuestros carros al barco, el “capitán” (como veis a estas alturas le he rebajado ya de categoría) avanzaba hacia nosotros penosamente dando de remo a la zodiac. La verdad es que esa primera triste imagen del capitán se me quedó grabada durante un tiempo en la retina y solo gracias a sus grandes hazañas posteriores he podido borrarla de mi memoria.
Interrumpo un momento el argumento de la escritura puesto que estoy escuchando un motor funcionando… ¡eureka! ¡El alternador funciona! ¡Juan Fran se ha salvado!
Juan Fran ha traído un “grumete” (algo mayor que Carlitos) que nos está dando grandes momentos de risas. Hemos descubierto que Juan Fran quiere a Marco y viceversa. Es una relación encantadora de amistad a tope (no os confundáis no hay otra cosa más que eso) con buenas dosis de pique de uno hacia otro (bueno, más de Juan Fran que del paciente Marco que aguanta que no veas)^
Por la tarde estuvimos visitando un pecio (digo bien no es “precio”, pecio). Nos sumergimos y descubrimos sus fondos rodeados de peces (adjuntamos foto)
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