sábado, 24 de julio de 2010
SANPICOPATO, LAS EGADES, EL ARIADNA Y EL SANSEACABÓ (21 -23 Julio)
Soy afortunado y me toca ver el amanecer camino de San Vito Lo Capo, acompañado de un grupo de delfines listados, cuyas maniobras y facilidad para manejarse en las aguas suponen una auténtica delicia. En algún momento, me ha dado por pensar, si no serían estos delfines los mismos que nos despidieron en Alicudi y que se han acercado a ver si habíamos llegado bien a nuestro destino. Tonterías sentimentales seguramente, pero enternecedoras.
Pronto llegamos a la por el momento solitaria playa de San Vito Lo Capo (que para entendernos hemos rebautizado como San Pico Pato). El agua con un fondo de arena es de un azul verdoso cristalino y sobretodo, sin medusas. Bajamos para desayunar y hacer alguna otra compra y nos encontramos con una más que bulliciosa población turístico guiri costera. A nuestra vuelta al barco, la playa está ya supersaturada de clientela. La distancia a la que se encuentra el Alysio, nos permite disfrutar del baño que abandonamos entre multitud de pequeñas embarcaciones que empiezan a rodearnos a medida que avanza la mañana.
Nuestro nuevo destino, una cala en la isla de Favignana, pasando antes por la isla de Formica, cuyo pequeño tamaño, solitud y construcciones (antigua conservera de atún), nos induce a pensar que es más una base de la famosa “Spectra” que una tranquila isla reacondicionada para las tres “B” (bautizos, bodas y banquetes).
La cala, es una antigua cantera romana y el agua, como en San PicoPato, cristalina, lo que nos permite ver la auténtica invasión de medusas que nos esperaba. En ningún otro lugar, hemos encontrado tantas y nuestro placer por un baño, se diluye.
Fondeamos y a la mañana siguiente (21 Julio) rumbo a la sorprendente Maretimo. De nuevo en nuestro fondeo, encontramos a nuestras “queridas compañeras” que no nos han abandonado en todo el viaje, las medusas. No importa, ya hemos desarrollado un nuevo sentido (usamos gafas) y nos damos un refrescante aunque corto baño. Nuevos planes, unos acuáticos (visita en gomona a una cueva próxima) y otras terrestres (camino a lo alto de lo más escarpado de la cala). Cena y a dormir.
Al día siguiente, hacemos escala en la única población de la isla de Maretimo y además de las habituales compras, nos paseamos por el más que tranquilo lugar, sin coches, ni carreteras. Auténtica paz espiritual y muy alejados de la presión urbanística de las costas españolas, que afortunadamente y por el momento por aquí no tiene atisbos de aparecer.
Es nuestro ultimo día y nos dirigimos a Trapani, con escala previa en la misma cala de la isla Favignana que para nuestra grata sorpresa, no tiene medusas y además coincidimos con el Ariadna. Fabulosa recepción y no menos exquisita y variada comida, que no por menos miraban con envidia el personal que nos rodeaba. Tras un sorpresivo y delicioso “cremaet” elaborado por Emilio, tristemente levamos anclas y nos dirigimos a nuestro destino final. Trapani.
Ambas tripulaciones, cenamos conjuntamente y disfrutamos de la significativa heladería italiana.
(23 de Julio) Desde el pantalán del atraque en Trapani, escribo el final de estos relatos con la tristeza de la partida pero con la alegría y el agradecimiento a Begoña, Amaia, Joseba y Juanjo por estos días que los tres que ahora nos bajamos del Alysio (Sonia, Alvaro y yo) hemos podido afortunadamente compartir.
ULTIMAS NOTAS: 1) Estamos convencidos que las medusas, no son sino una estrategia de la malvada Spectra, cuyos singulares barcos, han estado vigilando en todo momento nuestra travesía.
2) Es imprescindible que las nuevas tripulaciones, sean capaces de sonsacar al Almirante, su nueva concepción sobre el Alysio de cara a la temporada 2.011. Hemos tenido intensos debates al respecto, pero lamentablemente no hemos sido capaces de sonsacarle nada al respecto. Avisados estais.
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1 comentario:
Sinte el sanseacabo, pero.....Las cronicas muy bonitas.Salu2
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