miércoles, 17 de agosto de 2011
En la luna
Iniciamos la semana con una maravillosa luna llena el sábado 13 de agosto. La pena es que no podemos ver las estrellas fugaces, aunque Amaia si ve una estupenda.
El domingo no hay viento, por lo que visitamos la isla de Escorpios donde estamos hasta después de comer. Después sale un poquito de viento y podemos navegar a vela.
Fondeamos con un cabo a tierra, amarrado a una roca en la cala de Puerto Leone en la Isla de Kalamos.
Esto es muy cansado, estamos todo el día esforzándonos en bañarnos, en estar al aire libre, en un mar azul,…. Vamos, un infierno.
En esta pequeña cala hay un pueblo abandonado que están rehabilitando, con una iglesia en la que celebran la Virgen del 15 de agosto y a las 8 de la mañana nos han despertado las campanas.
Para cuando hemos querido ir a la romería ya se iban todos los barcos que habían venido de la capital de la isla.
Al dejar la cala, un barco italiano ha cruzado la cadena de su ancla con la cadena de la nuestra y le ha sentado muy mal el tener que volver a sacar el barco de nuevo, pero Joseba dice que le hemos hecho un favor, porque el no lo sabía pero estaba mal fondeado. La señora propietaria estaba molesta con la tripulación, igual despide al filipino, que por cierto, era el único amable.
Hemos dormido en una curiosa y escondida cala que parecía el arca de Noe. La entrada fue escoltada por una pareja de delfines, contratados por el capi, que quiere considerarlo un extra (según dice que pone la letra pequeña de las condiciones aceptadas). Por la mañana apareció la pareja de cerdos ( que beben agua salada y se bañan en la orilla).
Esto de cruzar las cadenas por encima de la nuestra y negarse a reconocerlo empieza a ser habitual, porque el martes, en Astakos, nos han puesto dos cadenas encima de la nuestra. A los italianos les ha costado mover el barco, pero con los que hablaban francés y tenían bandera holandesa ha sido necesario avisar a la autoridad portuaria, que han informado que llamaban a la policía. Vamos que todo un número. Como veis en la foto, se habían comido nuestra ancla.
El martes está siendo problemático porque ha dejado de funcionar el alternador y no se cargan las baterías. Atracamos en Messolonghi para intentar arreglarlo.
En cuanto a la que suscribe esta crónica, en materia náutica progresa adecuadamente en opinión de la profesora Maiko, que es una santa en cuanto a paciencia.
La luna sigue magnífica.
Nieves
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