domingo, 21 de agosto de 2011

Epístola a los Corintios/as





Desde el episodio de las anclas esta tripulación ha hecho grandes descubrimientos..

El almirante de la flota ordenó rumbo Este, teniendo en cuenta que queríamos cruzar el canalillo de Corinto.

Oh! Pero, antes estas aguas y tierras nos depararon la gran visión: Lepanto -en griego Nafpaktos-donde conquistamos el castro ( tras superar doscientos metros de desnivel) con una maravillosa puerta esquinada para despistar al enemigo.

En Lepanto, abajo, en el pequeño puerto circular y almenado, junto a la estatua dedicada a Cervantes, tomamos unos Mythos con los” autotonos”.

Visitamos Trizonia, isla de veraneo “autonono” y cementerio de buques. Bonita isla, recomendable.

Navegamos a vela, y después de varios bordos, divisamos el Parnaso por babor y fondeamos sin sonda (enloquecida por las Musas y descendientes de Zeus) en Isodhorou (otro lugar de “autotonos” veraneantes con casas pretenciosas).

Por fin hemos navegado a vela a gusto, con vientos favorables (sin bordos). Tras observar la entrada y salida de naves por el canalillo de Corinto, hemos fondeado junto a la entrada para ser los primeros en pasar mañana, cuando llegue la nueva tripulación, que hemos hecho venir hasta aquí, para, en alegre biribilketa, disfrutar del desayuno y viaje a Atenas.

Eolo ha decido acompañarnos esta noche y tomarse un vinito con nosotros, nos esta empujando un poco.

Aquí nos hemos dado cuenta que San Pablo habló a los Corintios que ya se centraban demasiado en el canalillo, canalón, canelón,….

Amigos lectores, esta crónica hecha por la tripulación femenina de esta semana, se despide con el deseo de que haya sido de su agrado.

Firmado: Pablo ( ya hay confianza en Corinto) y discípulas.

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Alysio 2014