miércoles, 1 de agosto de 2012

Cronica de Thierry

ATHINA  - CABO SUNION

Antes que nada, disculpad vuesas mercedes por la demora en la narración de los aconteceres sobrevenidos en el Alysio a lo largo de la ultima semana de éste aún presente mes de Julio.

Como auténticos privilegiados, los últimos tripulantes embarcados, partimos del  puerto de la Marina Eza sito en la mismísima Atenas y próximo al conocido puerto del Pireo con destino al Cabo Sunion, y con el  objetivo de disfrutar de la vista del Templo de Poseidón  (sí, ese que aparece en el anuncio de una famosa marca de yogures). Aunque las féminas se sintieron algo defraudadas al saber que no las esperaría el efebo de Enrique Noriega, la contemplación del templo desde el mar y el atardecer correspondiente no tenían desperdicio alguno.

Como tampoco tenía desperdicio, el que rompiendo la magia de una travesía recien iniciada, alguno que otro tripulante tuviera que regresar a Atenas el Lunes por la mañana en busca de un nuevo alternador. Si, habéis leído bien, los avatares con el alternador perduran y se mantienen. El nuevo alternador tampoco cumple las expectativas y la desesperación eléctrica del Comandante, rebautizado en este viaje como el Capitán Supremo, sigue subsistiendo y convirtiéndose en un mal crónico difícil de atajar.

La presencia de Eolo aconsejaba permanecer en el lugar, y así lo hicimos. Los tres barcos de la singladura (Aldebarán, Nan y Alyisio) disfrutaron de un segundo atardecer en la parcela de Poseidón en espera de mejores vientos o cuando menos, más calmados.


TEMPLO DE POSEIDON – VASILIKO.

Ya en la mañana del Martés y con la intención de pillar desprevenidos a los dioses, zarpamos a las 6 de la mañana, alcanzando prontamente y todavía en el Continente, la marina Olímpica construida con motivo de los últimos juegos olímpicos helenos y que actualmente en sus edificios muestra las heridas del desuso y la ausencia de inquilinos, aunque no de barcos.

Realizadas las compras, nos dirigimos a la próxima isla de Ebia, que no pequeña, ya que en ocasiones y por su tamaño, uno puede seguir pensando en que nos encontramos en el continente.

Tras un trayecto un tanto movido para los neofitos, alcanzamos la paz marina y espiritual al llegar al mediodía a la isla Petali y más concretamente a la cala de Vasiliko. Allí nos esperaba la ansiada agua azúl, la playa solitaria y en contra de lo que vaticinaba la biblia Pilot, tan sólo la presencia de dos barcos. Aunque nuestro destino inicial se encontraba prefijado a mayor distancia, el consenso, la unanimidad y el buen criterio, se impusieron y fondeamos para permanecer hasta el día siguiente. Cena en la bañera, al aire libre y contemplando un cielo estrellado, que es difícil de ver en las urbes de las que procedemos.

Detallar, que el Capitán Supremo, nos dio muestras de sus conocimientos gastronómicos aprendidos en su singladura atlántica y aleccionó a la chiquillería en la elaboración de pizzas de supervivencia. Los críos encantados de aprender y de saber que las pizzas las puede hacer uno mismo y no es imprescindible encargarlas por teléfono. El resultado inicial, aunque no fue espectacular, ha ido alcanzando con la experiencia grandes cotas de éxito.



VASILIKO – ALMIROPOTAMUS

Después de una agradable noche, alterada en alguna que otra ocasión por las perdidas olas generadas por el paso de los ferrys,  alcanzamos el pequeño puerto de Nea Marmaris,  tras unas rápidas compras de los consabidos y ansiados ice cubes y demás materia prima para la elaboración de gin-tonics, tomar  unas cervezas y ver como los crios mientras tanto se habían entretenido en pescar 69 pececillos, que luego liberarían, partimos bajo un Sol implacable hacía nuestro  destino final del día. Almiropotamus.  Amplia cala, bien resguardada el viento Norte. Hoy los chavales inundan a la hora de cenar el Nan. Por contra, el Alysio se relaja con los adultos que llegan de este barco y la ausencia de la hiperactividad de los crios. En todo caso, agradecer la disposición y paciencia de Lourdes y de Toni, al permanecer con la chiquillería.


ALMIROPOTAMUS – CHALKIDA

El Jueves, inconscientes de lo que nos iba a deparar el día,  nos despertamos también pronto para los cánones históricos del Alysio y a las 7 de la mañana ya estábamos en marcha, alegres y ufanos.

Directos alcanzamos el amparo de una isla privada próxima a Eretria. Baños, cervezas, comida y siestas por doquier. Ese mismo día, debemos pasar bajo el puente que une el continente con la isla de Evia y cuya longitud no supera los 25/30 metros.  La apertura sólo se realiza una vez al día para no interrumpir el denso tráfico rodado al que se ve sometido tan ansiado puente y este se produce en el entorno de la medianoche. La burocracia helena nos obliga a estar en las proximidades del  puente antes de las 9 de la noche, por lo que una vez organizados y puestos de acuerdo levantamos los fondeos e intentamos abandonar la isla que tan bien nos acogió a la llegada, pero que no nos dejaría ir tan fácilmente. En la maniobra de salida y dada la poca profundidad existente, uno de los barcos de la travesía encalló. Sin consecuencias ni personales ni materiales, pero tras un denudado esfuerzo de más de una hora y contando con la sabía experiencia y hacer de los allí presentes el  barco en cuestión alcanzó las aguas libres para satisfacción de todos y en especial para los tripulantes embarrancados. Disculpad que me tome la licencia de omitir el nombre del barco. El hecho ocurrió tal cual os lo relato, pero no creo que sea menester particularizarlo para no afectar la estima de la marinería afectada.

Después de este lance, bien resuelto, alcanzamos el fondeo de Chalkida y los comandantes de los trres barcos gestionan con éxito ante la Guardia Costera la autorización de paso por el puente. Tras el pago de la correspondiente tasa y un ininteligible aviso radiofónico, los barcos fondeados nos ponemos en marcha y al igual que en las rebajas cada uno se coloca en fila para poder acceder a la otra zona a través del puente.  Este puente, que no se alza, ni se rota, sino que se separa, está en mitad de una ciudad y en una zona inundada por terrazas de bares y cafés, que a pesar de la crisis se encuentra asiduamente visitados. El evento de la apertura del puente a medianoche, congrega a cientos de personas a ambos lados para contemplar el vaiven de los barcos y veleros que a lo largo del día se han ido congregando en espera de franquear el exiguo paso. Por una vez percibimos la sensación que deben tener los famosos al ser observados a nuestro paso, y en ocasiones vitoreados, por las personas que se habían postrado en el lugar, cual jubilados ante las obras. Sin otra novedad fondeamos próximos en espera  de la llegada del último día de vida marinera en este año para algunos de los tripulantes del Alysio.



 
 Postdata que no es de Thierry, al que agradezco infinito que se anime a escribir porque estabamos sin publicar hace tiempo, sino mia. Asi como Prince dejo de utilizar su nombre para pasar a denominarse El Artista, Joseba parece que ha tomado apego al titulo El Supremo, y como quien manda, manda, voy avisando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a Thierry por su diario de a bordo. Se echa en falta mas como este. Parece que este año la vena literaria está un poco floja y los seguidores de las andaduras de Alysio lo notamos
A ver si os animáis los nuevos tripulantes y pido al Gran Capitán (o como se llame ahora) que meta caña al respecto.
Da envidia leer cosas como lo de los gin-tonics a la luz de las estrellas.
Sin embargo no la da lo del alternador
Es algo que me suena. Espero que "lo que hayáis instalado ahora" dure por lo menos hasta el final de Septiembre (en cuyo mes yo seré tripulante-aprendiz-de-grumete de cuarto curso y claro candidato a acarrearlo). No me imagino de nuevo con alternador a cuestas por inhóspita ciudad acarreando ese trasto para buscar al "desfacedor de entuertos".
De no ser así propondré que se cambie el nombre del barco de Alysio a "Alternador III- Mecagondiez"
Besos a todos
Ängel

Anónimo dijo...

Hola Thierry, gracias por ocultar la identidad del embarrancado. A ver si me aclaro un poco y puedo colgar algunas fotos.
Saludos
Pepín

Maiko dijo...

Hola a todos, ya me falta poco para embarcar y veo que por fin! el Alysio se mueve en el mapa.
Anda un poco triste este blog y se echa en falta los relatos y andanzas del barco y sus gentes.
Me pregunto a qué se debe esta ausencia de noticias...será que toda la tripulación (mando incluído) anda contagiada por el alternador?
Será que tanto sol, mar azul y gintonics a discrección ha sumergido en la molicie a la tropa?
Voy a ir hasta allí a averiguarlo aún a riesgo extremo de contagiarme en 2-3 días.
Nos vemos en Skopelos, ¿"capital"?
Besos
Maiko

Alysio 2014