miércoles, 29 de agosto de 2012

Samotracia

Un viento de través fuerza 5 nos acompañó en la travesía entre Lagos y Samotracia. Encantados, nos llevó en volandas, haciendo entre 7 y 9 nudos, hasta el puerto de la capital de la isla donde atracamos. 

Decididos a recorrer la isla, esta vez por tierra, fuimos a alquilar un coche y en tal menester conocimos a un espécimen de los que no te crees que puedan existir: camiseta de tirantes, cuadrado, mascando chicle con la boca abierta mientras iba haciendo globos y nos trataba a baquetazos. En la oficina a la que subimos colgaban un saco de entrenamiento de boxeo y unos guantes, actividad a la que al parecer se dedicaba el individuo. 

Finalmente alquilamos dos motos para cinco porque según nos dijo nuestro arrendador en Grecia las motos de 50 centímetros necesitan carnet. Las motos machacadas, no podían con su alma, y menos con nuestros kilos. Pero por 15 euros cada una no cabe exigir mucho mas. Sobre las motos y con unos cascos destrozados que no cerraban, nos fuimos a cenar al centro de la capital, a unos 6 kilometros del puerto. Dos en cada moto y uno andando. Se deja a uno de los paquetes a mitad de camino, y la moto vuelve a buscar al que empezó a caminar, en tanto que la otra moto llega con el suyo hasta el final, lo deposita en destino y vuelve a por quien ha quedado a mitad de camino. Una moto sin luz y la otra con un minusculo rayito. 

La capital nos gustó. En el recorrido que hicimos vimos rincones muy agradables. Acabamos cenando en una terraza recomendada por la guía del Lonely Planet cuya especialidad era el cabrito, que no cubrió las expectativas. Y de nuevo a las motos casi a oscuras para volver al barco.





Sanchichauto aparcado en la capital.

A la mañana volvemos a las motos y nos dirigimos al santuario de los dioses tracios. El conjunto impresiona sobre todo si tenemos en cuenta que su construcción se inició hacia el año 1000 antes de Cristo. De allí los franceses se llevaron la famosa Victoria de Samotracia que hoy se encuentra en el Louvre.






Nuevamente a las motos y a buscar las termas, pero antes parada a almorzar. No somos capaces de encontrar las termas de marras y acabamos en una especie de campamento hippie al lado de unas pozas en las que con gran valor Mª Angeles se baña. En esta isla hemos encontrado bastantes hippies, lo que da idea del turismo de la misma. Tras pasar por la playa para un baño tradicional, conseguimos llegar a la capital con las motos agonizantes.


Ayer a la noche se veían las Pleyades, así que estando cerca de la tierra de Safo, vamos a cerrar con unos versos suyos:

Las Pleyades ya se esconden,
 la luna también y media la noche,
las horas pasan, 
y voy a acostarme sola.

Postdata: no nos ha dado tiempo a estrenar la potera. Tengamos confianza en mañana

1 comentario:

Maiko dijo...

¡Vaya trabajo para comentar tanto post!
Este cortito.
¡Qué envidiaaaaaa!

Me voy y venga planes con motos y todo, hay que ver.

Por si no mirais para atrás, que sepais que teneis comentario al post potera.

Que sigais tan monos y ocurrentes.
Por cierto, sereis los únicos en Grecia que vais en moto con casco y encima rotando, si se puede ir 3 en una jamoto de esas... Qué civilizaos!

Mua, mua, mua,mua y mua (capi, afeitate que pinchas)

Alysio 2014