Ayer dejamos Capraia. Aunque teníamos un poco miedo al posible viento, tuvimos un dia bonito para navegar. Pensábamos saltar a Bastia, en la cara este de Corcega, donde ya habíamos estado el 4 de agosto de 2008. (No es que tengamos tan buena memoria, es que celebramos el cumpleaños de Blanca).
Cambiamos de idea, porque la meteo nos permitía ir a la costa oeste de la isla y pusimos Calvi como destino, unas 60 millas. A mitad de camino como navegabamos a gusto, no queríamos correr y si ver algo del partido, volvimos a cambiar y terminamos en Saint Florent.
Llegamos a las 8, nos amarramos en la gasolinera y como ya no quedaba nadie en la marina que gestionara los atraques, pensamos quedarnos allí, cenar en el barco y bajar luego para ver algo del partido. De la cena he alcanzado una conclusión: cenar espaguetis y luego un yogur griego es un disparate.
Mientras preparabamos la ingesta Juanjo empezó a trabajar con un nuevo artilugio que enganchó al ordenador con unas antenitas como de juguete y que increíblemente nos permitieron sintonizar la televisión. Allí apareció la selección y ya con calma nos dedicamos a ver el partido.
Al terminar bajamos y dimos un paseo por el pueblo. Agradable. Eso si, los tres con jersey. A la vuelta salimos de la marina y nos fuimos a fondear a la bahía. La noche tranquila y sin movimiento.
BlackBerry de movistar, allí donde estés está tu oficin@
1 comentario:
Buenas tardes desde el interior, aquí una fiel seguidora de las andanzas del Alyssio que el año pasado tuve la suerte de compartir con vosotros. Si digo envidia me quedo corta, a pesar de que los últimos días pasados por agua no hayan sido muy marineros. El domingo estuvimos en la sierra de Madrid a 8 grados... congelados es poco.
Diciros que me alegro de que estéis como pez en el agua y de que el sur de Francia siga siendo tan chic y tan snob como siempre, ni comparación con los tripulantes del flamante Alyssio.
Un enorme abrazo y os iré siguiendo, Maite.
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