Ayer llegamos a la isla de Porquerolles. Junto con las islas de Port Cros y Levante forma el archipiélago de las Hyeres.
Al llegar y sin bajar del Alysio, nos dimos una vuelta por la marina. Allí estaban atracados un buen numero de barcos clásicos: cutter con velas de cangrejas, kecht, yolas.... Todos en madera y con diseños sencillos y elegantes. El mundo que precedió a la fibra.
Fondeamos y destacamos un cuerpo expedicionario a tierra para enterarnos de lo que se tramaba. Nuestra llegada coincidía con una regata de tres dias para barcos clásicos. Así que a la mañana hemos bajado con la neumática para desayunar y cotillear los preparativos de la salida. Cuando los barcos estaban esperando la señal de inicio de la regata hemos vuelto al Alysio, levantado el fondeo y acercado todo lo posible para ver los barcos, sus maniobras y sacar fotos. Hemos izado nuestras velas y les hemos acompañado un rato.
Ahora tranquilos y con viento de popa nos dirigimos a Saint Tropez, ciudad que yo asocio con gendarmes y sobre todo con Luis de Funes.
Para que no paséis envidia y os deis cuenta de que tampoco aquí la felicidad es completa, os diré que mientras escribía este comentario el pollito que estábamos guisando se ha quemado, poniendo en peligro nuestras expectativas de cena.
Maria
BlackBerry de movistar, allí donde estés está tu oficin@
sábado, 12 de junio de 2010
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