Antes de que llegaran los cobradores de la tasa por amarre en el parque de la Magdalena, que nuestros vecinos nos soplaron era de unos 30 euros, hemos levantado el vuelo. No es que nos hayamos ido temprano, sino que a las 11 no habían llegado.
Nos dirigimos a Cerdeña donde hicimos algo de compra, poca porque cuando llegamos era la una y media y casi todo estaba cerrado y luego fuimos a fondear al golfo Saline. Bonito. Había un par de urbanizaciones de chalés muy integrados en el paisaje llenos de buganvillas y una playa con sombrillas azules.
A la tarde, como había buen viento, hemos aprovechado para navegar a vela, y hemos acabado durmiendo en la cala en que habíamos comido.
Ahora nos dirigimos a vela a Bonifacio, otra vez Corcega, donde esperamos ver el partido. Para garantizar la recepción iremos a un bar. Toca practicas de navegación y vamos dando algunos bandazos, mientras intentamos cocinar.
Algunos de nuestros mas fieles seguidores, aupa Thierry, nos han pedido que publiquemos alguna foto de la tripulación. Aunque nuestra natural modestia hace que huyamos del candelabro, hoy vamos a hacer una excepción. Y vamos a colgar algunos momentos íntimos de la vida a bordo: el capitán explicando el funcionamiento del cuarto de baño, dando clase a las nuevas tripulantes, Begoña estudiando los accidentes de la costa y por ultimo, miembros de la tripulación viendo imágenes de pésima calidad del partido, en uno de los escasisimos momentos de ocio a bordo.
Maria
BlackBerry de movistar, allí donde estés está tu oficin@
martes, 29 de junio de 2010
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