Ya comentamos en otra entrada que para intentar mejorar las maniobras de puerto estábamos pensando implantar políticas de calidad en el Alysio.
Como nos daba mucha pereza y requería un plazo muy largo para obtener resultados, acordamos otra medida con la que esperábamos obtener soluciones a corto. Me trasladaron de mi suite de popa, entera para mi, al camarote de Amaia, esperando que la simple estancia en el refugio de la avezada navegante, me insuflara conocimientos náuticos que me cuestan adquirir.
Tras un par de noches puedo decir que el traslado ha tenido efectos, aunque quizá no los deseados. Aprender no he aprendido nada, pero he incrementado notablemente las horas de sueño. Sé que la causa es el camarote. Si no, piensen en mi antecesora.
PD. Amaia, no te queda nada. Pena que este año no coincidamos.
BlackBerry de movistar, allí donde estés está tu oficin@
lunes, 28 de junio de 2010
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1 comentario:
Los clásicos la calidad la hacian con silbo y consecuencias. Que te cuente el Excmo Sr. Almirante de su anterior vida de contramaestre en los Cliper del te.
Si no te cuenta pelis clasicas de vela.
Salu2
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